Por Amador Medina / Foto de Frank Medina
Gleymaris Beria es de las chicas que rompe cualquier tipo de estereotipo que la sociedad aún mantiene sobre las mujeres: débiles, domésticas, “para criar muchachos”, entre otros.
Beria es apacible, atenta y de mucha simpatía. Demuestra que el hecho de practicar la lucha; un deporte de fuerza física y resistencia, no se confunde con una sonrisa y buen trato. Ella es de Curiapo, una localidad con acceso fluvial donde el mestizaje se muestra a todo color: criollos, afrodescendientes e indígenas. Quizás ella, y algunos de sus compañeros, tomaron las fuerzas de cada una de estas culturas.
Por allí dicen que los curiapeños y las curiapeñas tienen una sazón cultural que a todos agradan. Bueno, al menos a la mayoría, porque seguramente habrá de todo en la viña del Señor. Pero Beria está entre el grupo que está aportando en positivo para la sociedad.
Gleymaris Beria fue elegida como la abanderada por la delegación del estado Delta Amacuro para los Juegos Nacionales y ya se encuentra en la ciudad de Cumaná, estado Sucre, para disputar las medallas en la disciplina de lucha.
“Hay mucho entusiasmo, pero sobre todo muchas ganas de luchar y pues, confiando en Dios que todo saldrá bien. Gracias a Dios hasta los momentos todos nos encontramos en buenas condiciones físicas, nada más esperando que nos toque luchar, y bueno, muchas gracias a todos por estar pendientes de nosotros, pidiéndoles que nos tengan en sus oraciones, para que podamos alcanzar el objetivo deseado”.
Gleymaris Beria habla de las dificultades que ha tenido que afrontar para lograr llegar a los Juegos Nacionales y las separa desde los puntos de vista físico y emocional, tomando cada uno de ellos como un desafío.
“Pues el desafío físico más grande es mantenerse en el peso adecuado, porque a muchos se nos hace difícil lograrlo y cuando ya estamos en el peso ideal, mantenerlo es otro reto. Y en cuanto a lo emocional, es algo muy tremendo, sabes, ya que son muchos sentimientos encontrados: a veces nos sentimos muy nerviosos, contentos o hasta tristes, porque la verdad no sabemos cómo reaccionar al momento de entrar al combate y controlar todo eso es otro desafío”.
Combatiendo el machismo
Gleymaris Beria ha combatido contra el machismo aún muy presente en la sociedad; ese que señala a la mujer como débil, incapaz de salir de la cocina, de estar apenas para criar a sus hijos.
Beria afirma que, sin buscar ser un ejemplo que rompe todos estos estigmas, refiere que el deporte no mira distinciones de ningún tipo, pero asume la lucha como una forma de empoderar a las mujeres, sobre todo porque es un deporte de fuerza y alto riesgo.
“Bueno, en realidad este deporte tiene las puertas abiertas para todos y el hecho de que seamos mujeres y digan que somos débiles, pues no quiere decir que no practiquemos deportes de alto riesgo, ya que dicen que la lucha olímpica es un deporte muy fuerte y pues, bueno, aquí hay un ejemplo de que las mujeres somos luchadoras por naturaleza, nadie nos podrá quitar eso”.
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