En un lapso de tiempo de casi dos años, al Comisario General jubilado del SEBIN y actual Comisionado Jefe de Polidelta, cuerpo de policía del estado Delta Amacuro, Jackson London, le ha correspondido enfrentar cuatro evasiones en el Centro de Retención y Resguardo Judicial Guasina, popularmente conocido como el retén de Guasina.
Por fortuna, los seis prófugos fueron recapturados rápidamente, sin darles tiempo a reaccionar o a estructurar planes que los pusieran en otras latitudes, lejos de las garras de la justicia.
La estrategia de tenderles un cerco policial, en aquellos sectores donde se suponía que se ocultaban rindió frutos, impidiéndoles trasponer el perímetro del municipio capital.
Cabe destacar que los órganos de seguridad, en particular Polidelta, hizo uso de sus más experimentados hombres poniéndolos al frente de gruesos contingentes conformados hasta por 20 funcionarios, coartando y cortando las posibles salidas.
A Ronniel José Hernández Moreno, alias “El moco”, célebre por haber escapado en dos ocasiones, lo recapturaron la primera vez 11 días después de huir, el 3 de abril de 2021, en las adyacencias del muro de contención, cerca de la casa de familia en un área de difícil acceso en la comunidad Los Güires, corriendo tras de él monte traviesa hasta lograr atraparlo.
“El moco” jamás esperó que los hombres de azul le tocaran la puerta en horas de la madrugada, luego de caminar cuatro horas sobre el dique carretero (como también se denomina el muro de contención) y de desplegarse en la maleza que rodea la vivienda. Hermano de 11 niños, optó por salir por la puerta trasera, intentando ganarles en velocidad, volcándosele encima a unos 50 metros de la humilde morada para inmovilizarlo.
En una segunda oportunidad, aprovechando que en virtud de sus habilidades culinarias, fuera asignado a la cocina del retén, escapó por una rendija del techo siendo encontrado 48 horas después bajo la cama de un Pastor evangélico, que a raíz de la supuesta conversión de Ronniel, había optado por ocultarlo en su domicilio de la comunidad El Cafetal.
Sobre el protagonista de la tercera fuga hubo poca información, ya que fue “madrugado” a horas de fugarse en su vivienda de San Rafael del Manamo, atrapándolo mientras intentaba trasponer el muro posterior, aterrizando en brazos de los oficiales al dejarse caer. No se realizó ninguna declaración oficial, quedando en un hecho anecdótico.
Por último, los 4 prófugos del martes 1 de noviembre cayeron 96 horas después, entre el sábado y el domingo siguientes a la fecha de la evasión, en una comunidad indígena denominada Caño Tirital, a unas tres horas vía fluvial de la capital Tucupita, donde no esperaban ser hallados.
Estos últimos 4 fueron traídos por una comisión conformada por 17 funcionarios, 10 de Polidelta y 7 de la PNB, quienes retornaron a sus comandos centrales llenos de arañazos producto del roce con las plantas conocidas como “puri puri” y “jala pa’ tras, que fungirán como huellas de guerra de la intensa persecución montaña adentro, cual curso de supervivencia en versión elite, que debieron realizar para aprehenderlos.
A London le agrada manifestar, que su conocimiento en el área de contrainteligencia, adquirido durante más de 30 años de pertenencia a las filas de la otrora DISIP (Dirección de los Servicios de Inteligencia), luego SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia), ha sido la clave del éxito en las labores de persecución y captura de los prófugos.
El Comisario jubilado sostiene una premisa “si no los encuentran es porque no los buscan, con persistencia y determinación no hay lugar en la tierra seguro para ellos, siendo atrapados más temprano que tarde”.
Después de ganarle en dos ocasiones el duelo al “moco”, lograr que la tercera evasión pasara casi inadvertida y aprehender, cuando parecía casi imposible, a los cuatro prófugos que llegaron más lejos, estando en camino de su sueño de arribar a Trinidad, se ganó la merecida fama de neutralizar cualquier fuga por más espectacular y bien planificada que parezca.
En vídeo: detalles de cómo se logró la recaptura de los cuatro prófugos de Guasina
En compañía de un grupo de experimentados oficiales, con el intrépido Rincones, el inquieto Galindo y el apacible Benítez a la cabeza, advierte “mientras permanezca en la dirección de Polidelta y a cargo reglamentariamente del CRRJ Guasina, ni sueñen con fugarse, donde quiera que estén serán capturados”.
La verdad verdadera también hay que decirla, para que las evasiones no ocurran se requiere una fuerte inversión en Guasina, estableciendo módulos de máxima seguridad para los internos más peligrosos y un presupuesto justo para instalar un comedor que satisfaga las necesidades de la población penitenciaria; mientras no se materialicen ambas acciones, posiblemente London sostenga otros duelos y quizá, en función de lo visto, los capture rápidamente. Eso esperamos.
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