
Así cuentan que manifestó a sus más cercanos, en una reunión cuadro cerrado. Lo hizo al regresar de Caracas, despejando las dudas que pudieran existir.
Las imágenes que envió desde la capital, siempre al lado de Maduro, presagiaron lo que iba a decir.

Apenas volvió lo declaró, sin pérdida de tiempo, para que no persista la confusión y cese la rumorología.
Fue con esa misión al centro del país, a la zona caliente de la política, al nivel decisorio, y con esa “ratificación” pisó tierras deltanas.
En caso de ser verdad, se constituiría en la primera o el primero de los candidatos “confirmados” del GPP.

La punta del iceberg, luego vendrán los diversos escalafones gubernamentales hasta llegar al último escaño a escoger por votación.
Con esa primicia vino, algunos no le creen, piensan que es, como se le denomina en el argot beisbolístico, una bola de humo. El tiempo lo dirá.
