Hubo reconsideración y cambio. La triple R del Comandante Chávez: Revisión, Rectificación y Reimpulso, se impuso
A la calladita, sin hacer mucho ruido, por si a las moscas, se modificó el plan original y se estableció uno de mayor coherencia.
No había por que romper, ni nada que modificar, quien diseñó el paseo-mirador-malecón organizó un conjunto armónico, cuyas piezas encajan a la perfección.
La protesta cívica tuvo resultados y algunos que están cerca del poder, hicieron el resto. Al final del camino imperó la conciencia y los gobernantes tuvieron destellos de lucidez.
Una conquista ciudadana, ante el que hubiera sido un desacierto y un irrespeto flagrante a la voluntad de las mayorías. Basta ya de desafueros como el de la Casa de las Rojas o el mamotreto de la plaza Bolívar.
Los Hernández y Óscar Cedeño, entre tantos otros, fueron la punta de lanza, valiente, osada y atrevida, de miles de voces que callaron o simplemente rumoraron por temor a la razón oficial.
Lo más importante para no extender la perorata, es que la modificación alegró a todos, incluso a quienes formularon la propuesta original de extirpar las jardineras, quitándole riñones al paseo. Bueno, a todos no, que nunca se puede, a casi todos.
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