Poco le duró la libertad a los presuntos homicidas de Noel José Caraballo Acosta, identificado como Wittgenstein Lyon Lyon, en sus redes sociales y escritos; a menos de 15 días de haberlo asesinado, ya están tras las rejas.
Vecinos del sector, conocidos de la víctima, le arrebataron el ser por muy poca cosa, tan poca que ni para irse un poco lejos les dio: se mantuvieron entre 1 y 2 Km a la redonda.
Ninguno supera los 26 años, situación que les supondrá un bonito periodo de la vida enjaulados, coloquialmente “entre cuatro paredes”.
Al exseminarista, deportista, consejero comunal, político, licenciado en educación en letras, docente y directivo, entre tantas otras facetas, una “mano oscura” lo arrancó de nuestro mundo a los 35 años, en el meridiano de su existencia.
La reprobación de parte de la familia Pugarita, la colaboración vecinal, su inmadurez de “cocos secos” y el trabajo de los pesquisas del Cicpc, condujo a su detención. José y Jesús, dos nombres bíblicos, y Luis, han dejado de representar –temporalmente- un peligro para nosotros.
Menos de 26 años, inoficiosos, viciosos, homicidas; como sociedad, qué nos espera…
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