El pasado viernes 1-O, imperaba la Alerta Amarilla en Trinidad, que implica la posibilidad de riesgo moderado en el caso de aquellas embarcaciones que decidan surcar las aguas.
Hubo incluso reportes de algunas naves encalladas en la isla, barcos de poco calado, víctimas de las marejadas.
Al parecer el cambio del Comisario que rige las operaciones navales en la nación caribeña y el correspondiente traslado de responsabilidades al nuevo encargado, paralizando parcialmente la actividad de los guardacostas, es aprovechado por los transportistas ilegales para emprender viaje.
Es posible que el último de los naufragios, acaecido entre jueves y viernes tuviera como detonante la premura por salir.
Sin mayores detalles sobre lo ocurrido, en espera de la información oficial, se tejen muchas conjeturas al respecto. La propia naturaleza de la actividad hace que así sea, al desarrollarse clandestinamente.
Van apareciendo sobrevivientes, en espera de que sean todos, con la particularidad de que quienes han manifestado salvarse indican que fueron sacados del mar por pesqueros que operan en la zona.
Las comisiones gubernamentales están el lugar desde el mediodía de este domingo, realizando el mayor de los esfuerzos para recabar toda la información necesaria y rescatar a los náufragos.
Desde esta humilde tribuna, hacemos votos por sus vidas.
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