Suenan tres nombres hasta el momento y son los que vemos en la imagen. Hartamente reconocibles, no necesitan presentación.
¿Por dónde? Obvio, por la oposición; mas bien por las distintas oposiciones: institucional, radical, progobierno, etc.
Conjugan tres factores de peso: carisma y votos; experiencia y madurez; frescura y esnobismo (novedad). Ustedes queridos lectores, sabrán el cada quien de cada cual.
Uno se propone, el otro dice que se lo proponen, el tercero se propone y dice que se lo proponen; los tres manejan argumentos que van “al pelo” con su intención.
Son los primeros en cuadrar en el aparato de partida y aunque lo nieguen a muerte, los tres quieren.
Prueba de su querencia y anhelos es que uno busca por arriba, bien arriba; el otro por debajo; el cerrador del pequeño y reducido grupo por abajo, con la intención de llegar arriba. Con un denominador común, los tres están literalmente “limpios” y requieren de un buen remolcador.
¿Han tenido contacto? Nome (cierto en Warao), ahora bien, aclarando, sin llegar a consenso alguno, cada uno quiere ser apoyado por los otros dos y ninguno, óigase bien, ninguno cederá.
¿Tienen opción? Sí y no. Por separado, ninguna. Dos juntos, a medias. Los tres hermanados, posiblemente, siempre y cuando las oposiciones secunden una candidatura única y se lancen de lleno en respaldo del elegido-escogido-investido-designado.
¿Debilidades? Son muy dueños de sí mismos –por no decir otra cosa-, se consideran con suficientes méritos –y los tienen- y, a menos que la oferta sea muy buena, no se apearán de sus pretensiones –ninguno-.
¿Obstáculos? Una hermosa Amazona a bordo de una cabalgadura blanca pudiera aparecer en el horizonte y les pondría la cosa “chiquita”.
Aun así, con la Amazona de por medio, podrían depender de sus posibilidades –unificándose, que no uniéndose- y tomando una determinación que anule cualquier otra opción.
Como suele repetir Lizetica, “y no me digan que no”.
