
“Esta publicación obedece a una sugerencia, una recomendación e incluso un reclamo, a minutos de publicar el artículo: ¿Gobernadores?, recibimos varios mensajes, llamadas y visitas manifestándonos que cometimos un olvido inexcusable dejando por fuera a Orlando Moreno, quien se catapultó a la estratosfera desde su detención el pasado sábado 24 y obtuvo una repercusión mundial insospechada para una persona oriunda de estas tierras. A quienes formularon la observación, ya les cumplimos”.
Muchos lo están postulando, de boca obviamente, en las redes naturalmente, con ilusión creciente razonablemente, sin embargo, OM está atado de manos y pies con unas esposas invisibles, tan sólidas y opresivas como una herropea, grilletes unidos a través de una cadena a una pesada bola de hierro sujetando sus canillas.
Tanta exposición pública a raíz de su detención, lo puso en órbita y ya se le puede ver en una de tantas constelaciones de estrellas –que no estrellado, por cierto-.


Con varias cicatrices de guerra en su haber, conocido en la OEA, pasando por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y en los despachos de varios gobiernos; poseedor de varios “cambures” sin remuneración: miembro activo del Foro Penal venezolano, secretario general de Vente Venezuela en el Delta e integrante de una ONG de DDHH, le gusta identificarse y ser identificado con esta última. Beligerante hasta más poder, por razones tácticas y estratégicas, le agrada escudarse con la más suave de las tres etiquetas, en antítesis idónea de las guerras que le gusta emprender.
Figura indiscutible de Mari Cori en el Delta, a caballo entre Monagas y la tierra del agua y cuna del warao, con posturas ortodoxas y radicales que se emparentan con la extrema derecha, parece no disgustarle la opción de la gobernación.

Joven impetuoso, padre reciente, con un pequeño sector poblacional que lo idolatra y sigue a ciegas, le gusta caminar sobre la cuerda floja para tener mayor exposición.
Con un cumulo de meses por delante puso la primera piedra de la construcción que solo él sabe si continuara edificando o quedará en la historia como la aventura de alto impacto periodístico el día en que se posicionó tercero en Twitter en el país y Almagro lo defendió.