Por ahora, estos son. Es lo que ves y es lo que hay, son los aventajados de la oposición.
Como punto de partida, en las primeras consultas, en los escasos encuentros, en tiempo presente, haciendo el corte reglamentario, aglutinan las preferencias. No prevalecen los principios, importan el positivismo y la praxis.
En la Alianza Democrática Deltana parece haber consenso, uno por los votos, su dedicación a la política y el desierto de aspirantes con arraigo que lo rodea; el otro por la imagen, la novedad y el aparente éxito empresarial. Dos figuras para el marketing, dos jóvenes para la brega electoral.
Un incipiente punto de luz que pudiera convertirse con el paso del tiempo en la enceguecedora llamarada solar, que tanto requiere la oposición para ver reverdecer sus mejores tiempos.
Sin embargo, no es tan sencillo. Son muchos los muebles que hay que remover, bastantes los reacomodos que deben promoverse, excesivos las voluntades que deben sumar.
A Salma más allá de querer, deben “trabajarlo” para que asuma el rol histórico que le corresponderá desempeñar, es menester meterlo en el personaje y desencasillarlo de su zona de confort empresarial, y a “Chugaby”, trastearlo como toro de lidia al que hay que cercar con buenos picadores para evitar sus desafueros e integrarlo a un equipo de trabajo acatando directrices y dejándose ayudar. Dos enormes-descomunales retos.
Facilitará las cosas la situación país, los nuevos aires que refrescan la oposición y el cansancio acumulado del gobierno regional que ha hecho costumbre mantenerse, deseando sus principales líderes –hace mucho- tomarse un respiro e irse a descansar.
“Chugaby” y Salma, Dios los cría…
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta