“Para que los traen al mundo si no los van a querer” manifestó un funcionario que formó parte del procedimiento
Según el reporte policial, el púber de 11 años y la adolescente de 14 comían a deshora, en ocasiones una o dos veces al día.
Así mismo, los progenitores habrían incurrido en castigos severos, que afectan su desarrollo psicoemocional.
Ambos fueron detenidos a fin de dar curso a las averiguaciones, fundamentando el hecho punible.
Todo apunta a que pudieron relegar las necesidades de los menores, en procura de satisfacer las suyas.
Siguiendo precisas instrucciones del P/C. Esp. Belmory Medina, director de POLIDELTA, fueron recluidos en la Dirección del Servicio de Investigación Penal, a cargo del Com/J Galindo Herrera, jefe de los gavilanes, a quien le escuchamos decir, “no parecía que fueran hijos de ellos”.
El Ministerio Publico conoció del caso.
