El deterioro generalizado del teatro Aoriwakanoko de Tucupita ha convertido parte de su infraestructura en una guarida para personas que incurren en diferentes delitos, al menos es como lo reveló una vecina de la comunidad Alexis Marcano de la capital deltana.
La parte trasera, el espacio donde alguna vez funcionaron los compresores industriales de los aires acondicionados de ese teatro, está totalmente abandonado, por lo que se ha convertido en una guarida.
«Mira ese hueco que está allá, esa es una guarida. Esa parte del auditorio y la casilla policial que está por aquí son unas guaridas, por ahí se meten, roban y muchas cosas más», mencionó una abuela que prefirió no revelar su identidad por su seguridad.
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