Practicaban sexo con ropa y una operación encubierta del SIP Polidelta puso fin a su gozo
Un hombre de mediana edad, cuya identidad se mantiene en reserva procesal, y una menor de 14 años sostenían un intercambio amoroso, casi desnudos, en la playa Riverside del municipio Tucupita, estado Delta Amacuro.
El hecho ocurrió este viernes 18, sobre las 4 pm, a la vista de quienes merodeaban el sector.
Una llamada efectuada al Servicio de Investigación Penal de Polidelta (SIP), al mando del inquieto Galindo, hizo que se diseñara una operación encubierta para aprehender a los responsables en flagrancia.

Fruto de la estrategia, avalada por el sagaz Jackson London, Comisionado Jefe de Polidelta, dos oficiales féminas de civil, simularon ejercitarse en la arena, abordando repentinamente al hombre y la adolescente.
En el marco de la acción, pudieron percatarse de que la pareja contaba con un apoyo adicional, se trataba de la “canta zona”, una mujer encargada de avisarles en caso de que se acercara alguna autoridad.
La cz o “canta zona” resultó ser también, según testimonio de la púber, la “pichadora”, pues habría negociado el intercambio de fluidos o coito al descubierto por unos 15 verdes.
Se pudo determinar que el individuo detenido se encontraba en estado etílico, teniendo muy cerca una botella plástica de 1 litro, que había estado llena de licor.
Una vez ejecutado el procedimiento, las tres personas: el porno galán, la “canta zona” o “pichadora” y la menor, fueron conducidos a la sala de interrogatorios del SIP, donde se levantó el expediente y fue notificado el Ministerio Publico.
Extraoficialmente, se pudo conocer que la víctima estuvo involucrada en un caso reciente en el que se practicó la detención de un sujeto por la presunta comisión de “trata de personas”.
El suceso trajo remembranzas de la situación presentada recientemente en la Expo Feria 2022 de Valencia, cuando una pareja sostuvo sexo público en medio de una multitud, siendo grabados por la concurrencia.
Tanto el sagaz London como el inquieto Galindo, recordaron que ese tipo de delitos carnales, en los que se ven involucrados menores de edad, no cuentan con beneficios procesales.
Así mismo, si se les imputa por ultraje al pudor público, apología del delito y agavillamiento, y son sentenciados, se exponen a una severa y larga pena.
Y como nunca falta un jocoso, al ver el “dedo” de alcohol que quedaba en la botella, un mirón señaló: eso les pasa por tomar “lava gallos”, la próxima vez compren algo bueno para que no se les meta el demonio en el cuerpo.