Bolos: del argot venezolano que hace referencia a bolívares (Bs).
Trabajar en un comercio administrado por empresarios asiáticos es uno de los principales puestos de trabajo a los que optan los jóvenes deltanos ante la carencia de vacantes en otras empresas o instituciones. Sin embargo, la mayoría termina siendo víctima de esclavitud moderna.
Un joven de 26 años de edad que prefirió resguardar su identidad, conversó con Tanetanae.com para exponer lo que él considera fue una explotación laboral, una forma de esclavitud moderna.
El ciudadano manifestó que estuvo trabajando casi tres meses en un supermercado que está en la Av. Guasima de Tucupita, donde iniciaba su jornada laboral a las 8:00 de la mañana y culminaba sobre las 8:30 de la noche, y aunque había días en los que les tocaba jornada fuerte como, por ejemplo, descargar las mercancías de los camiones, jamás recibían pagos extra.
“Entraba a trabajar a las 8 de la mañana y salía a las 8 de la noche, de lunes a domingo y solo me pagaban 20 dólares, que eran como 725 bolívares, a veces me daban 800 bolívares”, reveló el joven quien finalmente decidió renunciar a este trabajo.
Otra de las irregularidades que expuso el afectado fue que los asiáticos solo optan por contratar a indígenas para que hagan el trabajo forzado y cuando los no indígenas buscan puestos de trabajo, los empresarios se lo niegan de inmediato.
Ante esta irregularidad el joven pide que estos comercios sean investigados, ya que hay otros empresarios que llegan a pagar la semana en 25 o 30$ y con un horario más flexible.
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