Tal vez aún no exista la conciencia de que se esté frente a algún caso de esclavitud moderna debido al contexto de migración forzada para sobrevivir, pero las consecuencias físicas y psicológicas no demoran en llegar.
Un grupo de 15 deltanos que migró ilegalmente a Trinidad y Tobago desde Tucupita en Delta Amacuro, están teniendo dificultades en su trabajo de albañilería debido a la presión psicológica y física por parte de sus jefes. Con el pasar de los días se han intensificado sus labores bajo condiciones no humanas.
De acuerdo con la información de dos venezolanos que están en Trinidad y Tobago, estos trabajadores “ya no les están rindiendo a los trinitarios” debido a las presiones ilegales a los que están sometidos a diario. Explican que están llegando a un tipo de desgaste generalizado.
A este problema también se suma la reducción del pago, de unos 350 a 150 titis a diario; una cantidad que termina de entender el tipo de esclavitud moderna en un país que en teoría posee mejores condiciones económicas que Venezuela.
Estas personas que no se identificaron por temor a ser despedidos, porque pese a estar sometidos necesitan el trabajo, manifestaron que apenas tienen una hora para comer y reposar.
“Es difícil e incluso hay deltanos que han estado enfermándose por el fuerte trabajo de acá. La semana pasada se fueron tres muchachos nuevamente a Tucupita porque aquí está difícil”, relataron las fuentes.
Se conoció que el trabajo de albañilería en Trinidad tiene un horario que comienza desde las 6 a.m hasta las 6 p.m, con un salario que ronda los 300 a 350 titis diarios, unos 40 dólares americanos.
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