Texto: Cristian Medina/video: Lizannys Reinosa
Tucupita está sedienta de saber, por fin, de quién son los restos humanos hallados en Guasina. Hasta ahora las autoridades no se han pronunciado al respecto.
Tane tanae, por su parte, ha intentado indagar más sobre este hecho del que ha dado de qué hablar en la pequeña localidad de Tucupita, donde tradicionalmente todo se sabe.
En este segmento, el equipo de los trabajos investigativos de Tane tanae y Kaina Tv, recorrió el área petrolera PAC-3 ubicado en Guasina, mismo lugar donde fue encontrada la osamenta humana más recientemente. Curiosamente, nos enteramos también que en ese mismo perímetro fue encontrado desvalijado el carro de la doctora Elina Cotúa (+).
Cabe resaltar que es una zona que pasó mucho tiempo enmontada, pero que actualmente está siendo rehabilitada para reactivar el funcionamiento del pozo petrolero.
Parte de sus trabajadores se mostraron encarecidamente prestos a ofrecer algunos detalles que podrían ser claves para darle caso cerrado a esta historia que lleva más de una semana.
En principio, este medio de comunicación conoció de al menos cuatro casos de personas que han sido reportadas desaparecidas en un tiempo aproximado a los diez años. Dos ya fueron descartadas por sus familiares, según pudo constatar Tane tanae. No es “el morocho”, tampoco “el lobo”.
Entonces, ¿de quién es?
Hay mucha tela para cortar en esta historia, o bien, mucho para tejer. Si bien, no nos hacemos eco de rumores, pero si la balanza se inclinara sobre una de ellas, esa sería en la persona de Víctor Carvajal, mejor conocido como “el pájaro azul”.
- Sí vale, no es de más nadie, sino, la del “pájaro azul”. Está clarito.
Las gráficas muestran la fosa donde fueron hallados los restos humanos. Como si se tratara de un film de ultratumbas sacado de Hollywood, está en una zona montañosa y milimétricamente a su espalda la rodea un pantano que bien pudo habérselo tragado.
- Fui a orinar y ahí fue cuando vi el cráneo. Me asusté. Después avisé a los muchachos y nos pusimos a excavar y nos dimos cuenta que el resto del cuerpo estaba enterrado.
Su camisa tenía dos disparos
El grupo de trabajadores que mantienen esta zona ahora limpia, revelaron también que el esqueleto poseía su camisa y que se le pudo ver dos agujeros: uno en la parte del pecho y otro en el vientre. Ellos lo asocian a posibles impactos de bala.
Conforme avanzan los días, Tucupita desconoce los argumentos que podrían manejar desde las oficinas científicas referente a este suceso. Sin embargo, las sospechas están.
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