En una supuesta carta adosada a su cuerpo, estaría la clave del suicidio de la niña de 12 años María Noelisa Rodríguez.
Si bien no entraña una responsabilidad penal directa en cuanto a la ocurrencia del hecho, la aparente mención de uno o dos nombres y su incumbencia en las motivaciones que pudieron haberla llevado a tomar tan infausta decisión, si tendría sanción judicial.
La esquela sería un papel menudo rasgado en dos partes, de su puño y letra, explicando la razón de la enorme presión que soportaba y que la condujo a atentar contra su vida.
El caso no se cerró ni avanza a la velocidad deseada debido a su complejidad y a la existencia de ciertos elementos, como es el caso de la misiva, que no se habían filtrado a la opinión pública y que deben ser considerados con sumo cuidado, ya que se constituirían en pruebas difíciles de demostrar.
Lo cierto es que María Noelisa parece haber hablado después de fallecida, contando oscuros secretos.
Es menester destacar, a pesar de lo que se rumora, que no hubo lobos aullando en la ventana que la aterrorizaran, ni una muñeca con los ojos brotados en su habitación que la indujera a ahorcarse, ni una presencia maligna que huyera subrepticiamente amparada en las sombras de la noche, ni un ahorcado de años atrás en la misma habitación que impuso una maldición a la casa determinando que muchos habrían de morir, ni siquiera un corazón roto en la figura de una relación frustrada con un novio adolescente al que la familia se oponía, nada de eso, se trata de algo más real, cercano, humano y ruin que aquellas mitos y leyendas que hayamos podido suponer.
La dama ciega está cerca, los sabuesos del Cicpc ya hincaron las garras en sus cuellos y las autoridades judiciales arman el rompecabezas, los monstruos de la realidad son peores que los de la ficción, pronto tendremos evidencia de ello.
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta