Y los que faltan, parece decir en la imagen el “Fenicio”, como lo bautizara para la posteridad el difunto Manuel Martínez “Chankylon”.
Lejos de colgar los guantes, ve distante el retiro; “me moriría de soledad”, nos confiesa.
Con una rutina impresionante, en un mundo de constantes cambios, ha variado solo una vez de consultorio y lo hizo de su anterior casa a su propia mini clínica, denominada, en honor a su profesión, “Mis Ojos”.
Aquella mudanza se tradujo en la distancia de cuadra y media hacia la calle contigua, Dalla Costa, con lo cual la dirección prácticamente no varió, pudiendo decir que en 42 años atendió siempre en el mismo sitio.
Lo mismo sucede con su familia, constituida por su difunta esposa Nancy Fermín y tres retoños, a los que como buen árbol dio sombra en torno a la vivienda principal, echando raíces prácticamente a su lado.
A este octogenario sobradamente conservado, ágil y veloz de pensamiento y acción, con unos reflejos fuera de lo común, ya querrían igualarlo muchos jóvenes de 20 años, que a su lado parecen verdaderas tortugas en competencia con una liebre de marca mayor.
Pa’ lante “Fenicio”, tus pacientes te esperan.
Por Loris García
1.- ¿Doctor, hace cuantos años se graduó?
JA: Yo me gradué como médico en el año 1972, y en 1983 como oftalmólogo estando radicado en Tucupita. Monté mi consultorio en calle Amacuro, yo era el único oftalmólogo para el momento.
En toda la vida solo he tenido dos ubicaciones, calle Amacuro y actualmente en la clínica. Un proyecto que se consolidó gracias al trabajo en conjunto con Nancy Marín.
2.- ¿Cuántos años tiene trabando en el sector público?
JA: Tengo 42 años de trayectoria. Y aun con 80 años de edad sigo desempeñando mi trabajo tanto en el sector público como en el privado. La consulta pública se había suspendido por la pandemia pero la voy a iniciar nuevamente en el hospital Dr. Luis Razetti los días martes y jueves.
3.- ¿Cuántas personas calcula que ha atendido a lo largo de su vida profesional?
JA: Aproximadamente 18.300 pacientes, solo en el sector privado, sin incluir los pacientes que he atendido en el hospital. Estoy dispuesto a atender los pacientes que vayan a mi consulta, diariamente hasta 5 pacientes son atendidos.
4.- ¿Nunca ha pensado en jubilarse?
JA: No. En el hospital me jubilaron pero mi colega no quiso trabajar ahí y por esa razón me volvieron a contratar. Trabajo como cualquier medico recién graduado.
5.- ¿Cuáles son los casos más difíciles que le ha tocado atender?
JA: Una perforación corneal, al haber herida profunda el ojo queda blanco y lamentablemente no se recupera. Ahorita existen más de 100 pacientes con cataratas, estamos esperando que el gobierno nos suministre los lentes intraoculares para ver si operamos en la clínica Podelca.
6.- ¿Qué le gustaría hacer en su vida como oftalmólogo que no haya hecho?
JA: Si, el estrabólogo, esas personas que meten y sacan el ojo mejor conocidos como bizcos, eso me gusta. Yo lo hago, pero generalmente hay que operarse y me hubiera gusta aprender esa técnica, lo demás todo lo domino.
7.- ¿Sus pacientes lo recuerdan?
JA: Claro, y me buscan o me llaman.
8.- ¿Cuál es el secreto para mantenerse tanto tiempo activo?
JA: El trato con la gente, cuando están en mi consulta les digo que pregunten todo, que no se vayan con ninguna duda. Para eso estoy yo y no hay apuros.
9.- ¿No piensa retirarse de su trabajo?
JA: Si me retiro, muero de soledad, mi profesión es mi vida. Ese es mí día a día. Me gusta más la cirugía que la consulta. Sin duda alguna, si volviera a nacer seria oftalmólogo nuevamente.
10.- ¿Qué mensaje les daría a los jóvenes que también deseen tener esta profesión?
JA: Es muy sencillo, la oftalmología es la más fácil, aunque el ojo sea el más complicado de todos los órganos es fácil para arreglarlo. A esos jóvenes les digo que siempre deben tener disciplina y aprender mucho.
El cuidado del ojo es importante, yo recomiendo a las personas que, cuando hay mucho sol no mirarlo y al dormir apagar la luz.