Uno de los decesos que genera más impotencia ha causado en la población warao es la muerte de Yuri Báez, una joven de tan solo 24 años de edad.
Su muerte ocurrió el 9 de septiembre en la comunidad de Kuarejoro, parroquia Manuel Renaud en el municipio Antonio Díaz.
Yuris Báez había sido trasladada al hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita en la capital de Delta Amacuro. La joven recibió una atención médica adecuada y su salud mejoró al punto de recibir su alta médica.
Tras su salida del hospital de Tucupita, Baéz habría permanecido casi un mes mientras esperaba por un aventón de regreso a su residencia en el Bajo Delta. El 5 de septiembre finalmente alguien aceptó llevarla, pero en una canoa y a remo, lo que implicaba un largo viaje de cuatro días.
El trayecto se hizo muy largo, y durante el viaje volvió a padecer las complicaciones por su maltrecho cuerpo luego de semanas sin comer bien, sin dormir bien, y sin recibir el tratamiento médico posterior a su salida de manera adecuada.
Yuris Baéz logró llegar viva a su comunidad, pero el mismo día de su arribo su cuerpo colapsó y exhaló su último respiro.
“Sucumbió, su cuerpo no aguantó más. Logró llegar, pero murió”, dijo en idioma warao, Enrique Moraleda , cacique de Nabasanuka al denunciar este hecho.
Tane tanae pudo conocer los viajes en canoas al Bajo Delta sigue siendo una práctica habitual durante los últimos años.
Lo originarios no pueden costear el costo del combustible que implica la compra de hasta 600 litros de gasolina y su respectivo lubricante.
La inversión para poder viajar en embarcaciones fluviales con motores fuera de borda podría superar fácilmente los 750 dólares de la moneda norteamericana.
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