El Vicealmirante deltano José Rafael Hernández Abchi, vivió su día de gloria en la tierra que lo vio nacer.
Al Capitán, cuando lo fue, que tuvo a su cargo la supervisión de la construcción y posterior botadura de la fragata de combate Warao F-22, mientras realizaba la maestría en Guerra Electrónica en Cádiz, España; al fundador de la primera e inolvidable UNEFA en Tucupita; al creador de varios puestos de vigilancia e hitos de soberanía en las fronteras fluviales deltanas; al militar que incorporó mayor número de paisanos a la Escuela de Oficiales de la Armada y a cualquier otro ámbito de formación castrense, mientras durara su ejercicio como director de la Escuela Naval; al otrora Comandante de la llamada isla presidencial La Orchila, reconstruyendo la base naval y ganándose la voluntad a fuerza de trabajo y tesón del presidente Maduro; al hombre emblema de la tierra del agua, quien nos transfirió la etiqueta de valientes cuando desalojó el barco explorador de la Exxon Mobil de aguas territoriales venezolanas; al legatario que entregó la medalla “Escuadra Libertadora”, al comandante de la Armada rusa; le tendieron la alfombra roja en medio de vítores de los representantes de los poderes públicos del Estado y una emocionada concurrencia.
Su vientre geográfico y espacio identitario, le retribuyó parte de lo mucho que le ha dado con la orden en su única clase Delta Wirinoko, otorgada una cada año a personalidades que hayan desarrollado una trayectoria intachable con aportes sustantivos a su lar.
Este viernes 25N, en horas de la mañana, en las instalaciones de la Cinemateca de Tucupita, le fue impuesta la condecoración por su hermana, la gobernadora Dra. Lizeta Hernández, en un evento masivo que copó las instalaciones y sus adyacencias.
Con el primer Vicealmirante deltano también fueron honrados la primera Almiranta deltana Marianny Mata, quien no pudo asistir, recibiendo una tía los emblemas, y el Premio Nacional de Pintura Tony Tong, oriundo de Pedernales, enaltecidos con igual orden. Cabe destacar, que su entrega fue postergada durante la pandemia, restando los años 2019, 2020 y 2021 por efectuar la imposición, lo que se hizo en este evento.
Una mañana redonda en la que el principal protagonista, a través de sus hijos ilustres, fue el más grande de los Deltas.
Y a quien dedicamos está crónica: “Buen viento y buena mar”. Felicitaciones Vicealmirante y futuro, ¿quién sabe?, el horizonte para un navegante será siempre infinito.
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