Este viernes 19 de marzo fue su día de la peor suerte. En plena juventud, a inicios de su carrera militar, un desafortunado incidente le quitó la vida.
El Tte. Rubén Calderón falleció tras recibir un disparo accidental a la altura de la cadera izquierda. El proyectil interesó órganos vitales atravesando su escroto para alojarse en la pierna derecha.
El arma de reglamento del funcionario de la GNB, situado detrás del conductor, efectuó un único disparo casi a quemarropa, cuyo proyectil de grueso calibre, causó estragos en la humanidad de Calderón. Una mañana luminosa de intensa alegría, vio teñir el cielo de rojo en las pupilas de sus compañeros de armas.
El hecho se produjo en horas de la mañana en las inmediaciones del paseo malecón Manamo, a bordo de una unidad patrullera de la GNB, perteneciente a la Fuerza de Tarea Antidrogas (FAT), pudiendo ser trasladado al hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita, donde murió tras ser intervenido quirúrgicamente.
Tras de sí deja una hoja de vida militar sin tachaduras y un mundo por delante. Dios lo tenga en su Santa Gloria.
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