El dirigente adeco Luís Eduardo Martínez, diputado a la Asamblea Nacional y Rector de la Universidad Tecnológica del Centro, una de las entidades de educación superior con mayor prestigio en el estado Carabobo y en el ámbito nacional, tuvo hace años una visión, más bien una iluminación profética y quiere hacerla realidad.
En imágenes claras y certeras, vislumbró una AD reunificada, sólida y poderosa, abriéndose paso entre el cumulo de organizaciones políticas del país.
Con claros basamentos, fundamentados en: la historia de la organización; la permanencia de sus siglas; los cuantiosos activos, comenzando por las casas partidistas, en más grande número que las de cualquier otra agrupación; y los intangibles, asentados en las dos iniciales, el color, el himno y la vinculación efectiva con avances cruciales en nuestra sociedad, imbricados en la psiquis de cada venezolano.
Este domingo en horas de la mañana, sostendrá un encuentro con los medios de comunicación y posteriormente acudirá a la madriguera blanca, en calle Bolívar cruce con Centurión.
Pugnando por ser el candidato presidencial de la tolda, con miras a entroncar caminos en lo adelante-inmediato con los factores democráticos, se ha trazado metas complejas que requieren de jugadas rápidas, asertivas y claves, tendentes a reordenar el barco y montar a todos en el arca adeca, antes que les llueva un último y definitivo diluvio, terminando por hundirlos.
En los planes de Luis Eduardo está lograrlo, que se constituya una sola, única e indivisible AD, en capacidad de conversar de tú a tú con cualquiera que aspire a la presidencia, bien sea los que encarnan el cambio o los que representan la continuidad –si es que no es adeco el candidato-, y decirles: aquí estamos y aquí seguimos, y con nosotros tendrán que gobernar.
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