Se llamaba Rafael Romero y era tucupitense de pura cepa
35 años atrás se acercó al hipódromo La Rinconada al sur de Caracas, con la alforja llena de sueños.
Había acudido a cursar Ingeniería Industrial en la Universidad Católica Andrés Bello y quiso compartir estudios con un hobby que lo embargaba desde siempre.
Fue la época en que transmitían las carreras por señal libre de televisión y brillaban las descripciones a todo pulmón de Virgilio Cristian Decán, más conocido como Aly Khan, en el continente.
El aplicado egresado del Colegio Sagrada Familia, con promedio de 19, no tenía currículo vitae ni hoja de vida como narrador hípico, solo la firme intención de serlo.
En su casa de calle Delta, entre amigos, con la mirada fija en una de las primeras pistas de carreras eléctricas que llegaron a los comercios, daba sus pasos inaugurales, sin sospechar, que algún día ocuparía un lugar de privilegio en la tribuna de transmisión radial del máximo recinto de competencias de purasangres en Venezuela.
Revestido de humildad y buenas maneras, con la seriedad que lo caracterizaba cuando de asumir responsabilidades se trataba, mostró sus cualidades vocales en el ovalo y gustó, constituyéndose en el primero de sus paisanos en hacerlo.
Aquel imperioso deseo, materializado en plena juventud, lo llevó a narrar para tres emisoras: Radio Cumana 2000, Radio Bonita La Guapa de Guatire y Radio Tiempo, convirtiéndose con rapidez en referencia.
El “fafa” Romero, identificación con la que se le conoció, fue sinónimo de ojo clínico, sobriedad, rigor y prestancia en un mundo tan competitivo y complejo.
Durante un largo periodo ejerció también como pronosticador, apeándose de su vocación por compromisos laborales que lo ocuparon a tiempo completo. En menos de una década había dejado huella.
En el mejor momento de su vida falleció, era director del Colegio Venezolano Americano de Las Mercedes y un profesional de primera línea en el ámbito gerencial de la capital.
La extensión de este memorial debió ser mucho mayor, el “Fafa” me perdonará por haber sido breve.
