Fiel a su estilo, rehuyó los medios. Estuvo varios días en Tucupita, se reunió con la familia y los amigos, se retrató con algunos fans, celebró cuanto pudo y luego partió.
El delantero ha jugado en cinco ocasiones con el Granada y dos con el Cádiz, ambas en España, su plaza preferida.
Hizo filas en una ocasión con las divisas: Mineros de Guayana en su etapa inaugural en Venezuela, Vitoria de Guimarães en Portugal, Udinese en Italia, Juárez en México, Hércules, Huesca, Leganés y Real Valladolid, también en el país ibérico, para un total de 10 clubes en cinco naciones, en espera de su próximo destino.
Donde ha sido ficha regular, en forma ininterrumpida, ha sido con la selección vinotinto, en la que podría considerarse un fijo.
Con 31 años de edad, escasas lesiones y la velocidad intacta, es casi un hecho que dispute cuatro o cinco temporadas más al máximo nivel.
A este talento innato, campeón goleador en todas las categorías desde niño en su tierra natal, lo espera otro reto de esos que tanto le gustan, ayudar a cualquier equipo de primera en la dura tarea de evitar el descenso e intentar ascender en la tabla de posiciones.
78 goles en su haber lo respaldan y animan, así como la idea de ser fuente de inspiración de muchos coterráneos que aspiran ser los nuevos Machis.
