El Entierro (cuento)

Entre Cocuina y La Florida había un sector que tenía muchas haciendas de cacao, especialmente en las márgenes del caño Cocuina. En el tiempo en que ocurre esta anécdota, no había carreteras asfaltadas, ni vehículos a tracción en las cuatro ruedas, los tractores no existían, la principal vía de comunicación entre estas comunidades era la fluvial a través del caño Cocuina, y un camino que existía entre las haciendas para comunicarse vía terrestre. Los campesinos para trasladarse a las haciendas para realizar sus labores diarias de limpieza y recolección del cacao, utilizaban los burros como medio de transporte.

Uno de estos campesinos salía todas las mañanas en su burrito rumbo a su conuco, en el trayecto tenía que pasar por el pie de una enorme ceiba que estaba ubicada a un lado del camino. Al pasar por el sitio el sentía que alguien se le montaba en la gurupera, es decir, en la parte de atrás del burrito; después de un largo trecho, sentía que alguien se bajaba del burrito y este avivaba el paso, ya que tenía menos peso encima. La primera vez que le ocurrió este fenómeno, el campesino no quiso voltear hacia atrás para ver quien se le había montado en su burrito.

El hecho comenzó a producirse más a menudo, cada vez que pasaba por la ceiba sentía que algo o alguien se le montaba en el burrito y más adelante se bajaba.

Cansado de esta situación el campesino decide tomar una decisión con respecto a lo que estaba ocurriendo. Un día como de costumbre paso por debajo de la ceiba, sintió lo mismo, que algo o alguien se le montaba, sin mirar atrás, decide hablarle al que llevaba de compañero sin invitación de su parte:

-¿Tú quién eres?

-Soy el ánima de un muerto, que estoy penando en esta mata de ceiba.

-¿Por qué estas penando?

-Tengo un dinero y unas morocotas de oro enterrada en la pata de esa ceiba.

¿Entonces tienes real, tiene dinero?

El muerto le responde: -Si tengo y bastante.

-Entonces, porque carajo, no te compras un burro para que te pasee y te lleve para donde tu quieras, te agradezco que te bajes de mi burro y anda a joder a otro.