El Dr. Abraham Gómez se apeó largo rato de la caravana electoral; se sometió –a pesar de su natural inquietud- a una hora de recogimiento; hizo que su mirada interna trascendiera los litigios terrenales y los diferendos internacionales y apuntó a un espacio prístino y puro, sin una palabra que mucho le gusta emplear, añagazas, tampoco triquiñuelas ni celadas, y se imaginó el cielo de la victoria.
Serán pocos los momentos que podrá disfrutar de aquí en adelante en compañía del Señor y de las advocaciones de la Virgen, y los escasos que tenga debe aprovecharlos plenamente.
Así lo expresó en sus redes:
“Pedimos a la Virgen del Valle seguir trabajando con el amor y la dignidad como bandera, desde la fe, cultivando la esperanza del cambio, por el bienestar del Delta y su gente.
#Hoy Día de la Virgen del Valle, reafirmamos desde la espiritualidad el compromiso de construir el Delta que merecemos y queremos.”
Con la Patrona del Oriente se comprometió y habrá que saber que favor le pidió, a cambió de que tributo posterior a la contienda electoral.
Hombre moderno, formado y capaz, no ofrecerá a la Virgencita imposibles ni barbarismos atávicos que no pueda cumplir.
Le quedan 74 días, menos de un semestre académico, el equivalente a unas vacaciones de verano, y el tiempo necesario y suficiente para recorrer parcialmente el Estado, si lo dejan.
El Dr. Abraham Gómez prometió, la Virgen del Valle hará lo que convenga.
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