Darwin Medina | Profesor universitario
Desde los inicios del hombre sobre la tierra, este ha buscado la forma de cuantificar las actividades que ejecutaba, llevando cuentas sencillas de lo que cazaba, pescaba y recolectaba; la agricultura y domesticación de animales, ayudó a establecer a los clanes en un espacio geográfico determinado.
Estos registros se vieron reflejados en las tablillas cuneiformes hechas de arcilla de los sumerios; este pueblo no fue el único que llevaba sus cuentas de esta forma, es de notar, que los egipcios, fenicios, griegos y persas, entre otros pueblos de la edad antigua, también usaban este método conocido como partida simple, que no es más que contar cada unidad o producto que poseían.
En el año 1.947, Fray Luca Pacioli publica Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni et proportionalita (Resumen de aritmética, geometría, proporciones y proporcionalidad) donde en su Tractus XI-Particularis de computis et scripturis, sentó las bases de lo que en la actualidad conocemos como contabilidad, usando en esa parte términos como: inventario, diario, mayor, borrador o comprobantes, además, de la frase más usada en la contabilidad moderna: “No existe deudor sin acreedor”, estableciéndose así la mundialmente conocida teoría del cargo y el abono.
En Venezuela desde 1.686 se comenzó a usar la palabra Contador Mayor, para reconocer el trabajo que realizaban quienes registraban las transacciones comerciales en esa época; el 29 de agosto de 1.862, se crea el primer Código de Comercio, dando carácter legal de los actos comerciales, incluyendo en su articulado el uso de libros contables, el 09 de septiembre de 1.942 se crea el Colegio Nacional de Técnicos en Contabilidad, siendo este profesional suficiente para la realidad de esa década.
El 12 de julio de 1958, se crea el Colegio de Contadores Públicos y Administradores Comerciales, momento en el que se reconocían las dos profesiones como una, pero, fue después de 15 años, el 27 de septiembre de 1.973 que se promulgó en el antiguo Congreso de la República, la Ley del Ejercicio de la Contaduría Pública y Día del Contador Público venezolano.
En estos 51 años los contadores públicos han puesto su granito de arena en la construcción de este extraordinario país, aportando día tras día, organización, entrega, conocimiento y, sobre todo, trabajando con ética y profesionalismo en sus actuaciones, dando Fe pública de su labor.
En Delta Amacuro está previsto que en la semana aniversaria se realicen actividades deportivas, religiosas, fiestas infantiles y de gala, ofrendas ante el Padre de la Patria y una sesión solemne en honor a los contadores por su antigüedad.
Hoy más que nunca hay que recordar que los contadores públicos son actores fundamentales en el desarrollo del país, su contribución va más allá de lo numérico, encargándose de construir entornos financieros qué promuevan confianza, sostenibilidad y transparencia en la sociedad, por ello, les extiendo mis felicitaciones a todos los contadores públicos de esta maravillosa nación.
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