
María Marcano siempre está calentando el brazo en el terreno de juego
Cuando su nombre asoma, unos cuantos espabilan, temiendo ser desplazados. La dirigente no es ni el ELN ni las FARC, pero los pone a correr.
Desde un primer y único acto de rebeldía, aupada por sus seguidores, serenó los ánimos quitando el pie del acelerador, con la seguridad de que la oportunidad tan anhelada llegará. No por ir más rápido, se llega más lejos.
Resolutiva por naturaleza, va cumpliendo. Ahora como diputada, nunca abandona la calle, a sabiendas que, sobre el asfalto, los caminos de la tierra y la gran autopista fluvial, es donde se bate el cobre y cocina el mando.

Con la ventaja de la juventud eterna, es tan ágil como lo fue a los 20, con el añadido de experiencia y madurez.
Disponible para cualquier tarea, suma en vez de restar, pone antes que quitar y añade un plus sin menoscabo a lo hecho.
En la mente de muchos, continúa siendo la gran figura pendiente para cualquier cargo de elección popular. La que merece estar, garantizando ganar.
Silente, cual bella durmiente, persevera tejiendo sin aburrirse la red del apoyo popular, en la certeza de que el día está cerca, muy cerca.

