Hasta ahora no se cuenta otra versión sobre este árbol. Solo lo que relatan los trabajadores de fincas cercanas que tienen más de 20 años por estos lugares, donde comienza el llano monaguense.
En la vía que conduce desde Tucupita hasta Barrancas del Orinoco en Monagas, hay un árbol que para los creyentes del mundo espiritual hasta ahora no explicado por la ciencia, pesa una maldición.
De acuerdo con tres trabajadores de fincas cercanas a este sitio, el árbol tuvo que ser sellado espiritualmente para detener la maldición que éste posee. Cada cierto tiempo se registraba un accidente de tránsito en este lugar, llevándose más almas.
En alguna ocasión se intentó sellar el espíritu maligno que tiene (por ahora controlado) este árbol, pero no fue posible. Allí existió un letrero de advertencia que todos podían leer, pero hasta ahora los trabajadores de las fincas cercanas no recuerdan lo que decía porque no se acercaban por temor. Ellos culturalmente creen.
«Tú pasabas por ahí y en esa mata podías ver unas letras. Bueno, eso fue parte de cuando lo intentaron las primeras veces», dijo uno de los abordados.
Varios grupos evangélicos llevaron a cabo oraciones en este lugar, pero tampoco lograron detener al espíritu maligno.
Ahora puede verse varias maderas incrustadas en este árbol, que, según los trabajadores de la zona, forman parte del ritual de sellado del espíritu maligno.
Este árbol puede verse del lado izquierdo de la carretera en sentido Tucupita- cruce de Barrancas del Orinoco. Es el más visible antes de llegar a las ruinas de los silos. De hecho, es una mata que se muestra relativamente sola.
Los moradores de la zona desconocen hasta cuándo durará el sello, pero aseguran estar listos para hacer regresar al demonio a los infiernos.
