El antes y el después trágico que la cámara de Oscar Cedeño perpetuó

Por pura carambola, el reconocido artista gráfico deltano de la fotografía, Oscar Cedeño, publicó el pasado lunes la imagen del árbol, que este miercoles en horas de la mañana se desplomó, dejando un saldo de dos personas muertas y cinco heridas.

Según entendidos en la materia, el ángulo de inclinación con base en la vertical del cedrillo tipo tapara, con más de 5 décadas de existencia, mostraba la tendencia a continuar ladeándose y caer.

Algunos habituales de la plaza Bolívar de Tucupita, dijeron, incluso, que se había cimbrado los últimos días. “Lo sentimos traquetear -explicó un limpiabotas-, pero no le prestamos atención, pensamos que era el efecto del viento sobre sus ramas”.

El muñón de la raíz, ilustró el avanzado estado de deterioro, podrido en parte, evidenciando que no tenía como sostenerse. Las dudas de que algo así pudiera ocurrir, partieron del hecho de su manifiesta frondosidad, al punto que un curioso presente entre la multitud, indicó, “estaba exuberante”.

Foto tomada hace dos dias

Un año antes se había desplomado otro, en el extremo opuesto de la plaza, sin consecuencias que lamentar. En aquella ocasión, le habían podado meses atrás algunas ramas, lo que hizo que el impacto fuera menor.

Su caída y la tragedia que ocasionó, fue acelerada por las lluvias del invierno tropical que, cual diluvio universal, elevan el nivel freático -agua en el suelo- y hacen que la tierra regurgite el líquido, pareciendo lagunas hasta que horas después de cesar la pluviosidad, secan.

La tragedia se convirtió en noticia nacional, forzando la revisión del entorno arbolado en esa y otras plazas, en previsión de lo que no debe volver a suceder.

Al árbol debemos solicito amor, también vigilancia y protección.

 

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