Pompilio Monroy Perales
1: El virus rojo avanza indetenible, a paso de malhechores, destruyendo el sentimiento y necesidad nacional de liberación radical.
2: No solamente inventó “gotas sanadoras”, sino que además, hizo el “milagro” de convertir en “hombres nuevos”, prácticos, pragmáticos, patéticos, peripatéticos, patituertos peletancudos, a un grupo de desertores que escogió como la única y verdadera “oposición”.
3: Entre los virus rojo y amarillo existe una relación dialéctica complementaria en su intención amorosamente compartida de “liberar” a la humanidad y demás seres terrenales existentes, a través de la muerte. La muerte como manifestación de Amor, para exportar la felicidad zoocialista al ámbito celestial, porque son tantos los que la gozan en el terrenal que es menester regalarla gratiñán. Mar y cielo, Marisela de mucho afán, ¿son hijos de mujer, o de Satán?
4: Destrucción del aparato productivo nacional y sustitución por la “soberanía y seguridad alimentaria” mediante la agricultura y cría urbana, garantizadas por huertos y conucos organopónicos en ventanas, balcones, sitios públicos, gallineros verticales, potreros para aplicar a los estudiantes la “misión de la ubre a la boca” en todas las Escuelas urbanas y rurales del país.
5: Los “hombres nuevos” conversos perversos, explotando dolores, ofrecen dólares en Tucupita para trasladar testigos electorero$ a otra jurisdicción. Los que acepten comerán pocos días, pero el hambre de justicia cada vez será más aguda y apremiante. Veremos quiénes claudican y acepten tal sinvergüencería.
6: Quiebra y endeudamiento de las industrias nacionales, que ahora “son nuestras”. Consiguiente hiperinflación y desempleo.
7: Sanciones internacionales contra el régimen, provocadas por el gobierno, que afectan mayormente a la población, pero necesarias para combatir y derrotar el peligroso virus rojo.
8: Seis megacrísis: económica, política, social, de servicios públicos, emocional y ética, todas derivadas de la gran farsa revolucionaria.
9: Las consecuencias del zoocialismo se manifiestan desde su inicio en las siguientes farsas: revolución de fantasías, farsas agrícolas del régimen, farsa del “Poder Popular”, la farsa de la honestidad, gran farsa en derechos humanos, farsa de la economía, educación, salud, seguridad sindical, farsa de las telecomunicaciones, otros servicios, industrias, farsa internacional, farsa inocultable en Pdvsa, la mayor emigración forzosa de la Historia del país…; en fin, la enorme farsa de la máxima felicidad zoocialista iniciada por el difunto y “profundizada” por sus hijos.
Se cuentan, recuentan, se vuelven a recontar estos hechos irrebatibles, con la intención de recordarlos en aras de preservar la memoria colectiva, que no sea anestesiada ni borrada por la hegemonía comunicacional del gobierno, por su engañosa publicidad y propaganda de origen nazi fascista.
A los que se preguntan cómo, cuándo, dónde, por qué de estas “ocurrencias”, he aquí la respuesta general: Porque cuándo dónde cómo porqué las analizo, obtengo contestaciones irrefutables por comprobadas en los hechos. Respuestas específicas:
¿Cómo?: Mediante ilegítimo ilegal incorrecto vulgar ineficiente burocrático injusto corrupto impositivo repudiable criminal nefasto condenable desempeño. Se excluye de la ilegitimidad de origen, no de gestión, al primer desgobierno del difunto.
¿Dónde?: En Venezuela, desgraciadamente.
¿Cuándo?: Hace 22 trágicos años de impunidad delincuencial.
¿Por qué?: Por ignorancia, fanatismo, ambición, necesidades de los electores cuyas esperanzas fueron brutalmente frustradas por los altos enchufados zoocialistos.
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