
Con diferencia de cuatro meses fallecieron en similares circunstancias
El 13 de octubre, Anyel Javier Vegas Oliveros, S/1 (GNB) de 24 años, y el 29 de enero, Eudis Rodríguez de 44, ofrendaron sus vidas al mar.
La caída libre característica de los buzos al sumergirse, desde una altura considerable, fracturó la cervical de Vegas, mientras que, la propela en movimiento, activada repentinamente, golpeó severamente a Rodríguez, forzando su asfixia mecánica.
Ambos estuvieron siete días desaparecidos, siendo hallados en aguas de Sucre y Delta Amacuro. El Sargento 1° arribó a orillas de Paria; el cuadragenario, bajo contrato de una empresa bolivarense dedicada a servicios acuáticos, a uno de los muelles de Petrowarao.

Inspectores autorizados de barcos, por vía publica el militar y privada el civil, fallecieron en ejercicio de sus funciones.
En Boca de Serpiente, Ángel, y en Boca Grande, Eudis, desembocaduras del Atlántico, sondeaban el casco bajo la línea de flotación de barcos de gran calado.
Dos trágicas muertes acaecidas con 118 días de diferencia, en apariencia accidentales, sobre las que, el CICPC tiene la última palabra.
Flotaba sin vida cuerpo de buzo recuperado por Polidelta y la Armada