Jesús Moreno, el cacique de comunidad de La Tortuga Indígena, perteneciente al municipio Tucupita, denunció públicamente a la gobernadora Lizeta Hernández, porque aún no les ha cumplido con la promesa de repararles las casas a las familias de esa localidad con acceso fluvial. Además de este reclamo, lamentó que con su indiferencia, el Estado venezolano les está violando otros derechos humanos.
De acuerdo con Moreno, las familias de La Tortuga indígena aún aguardan por la reparación de las 31 viviendas, “janoko”, luego de una promesa que hizo la gobernadora Hernández en el año 2021 y que hasta ahora no ha cumplido.
Moreno lamentó que, de 31 casas que habían en esa comunidad, 20 se han caído y sin opción de repararlas por falta de materiales de construcción. Los “janokos” que quedan no están aptos para ser habitados, ya que los pilotines de madera cada día se deterioran, mientras el techo de zinc serpentea cuando sopla la brisa.
“La comunidad de La Tortuga Indígena se está quedando sin gente, porque ya se han caído las casas. La mitad de los habitantes de esta zona están refugiados en Barrancas”. (Del Orinoco, en Monagas).
Sin alimentos
El cacique de La Tortuga también instó al gobierno regional a que se les atiendan con la venta de la comida del Clap, ya que arriban a los 3 meses desde que no les venden estos productos.
Transporte
Jesús Moreno solicitó un transporte fluvial para trasladarse al menos mensualmente desde su comunidad hasta Tucupita o Barrancas del Orinoco. Ellos han estado viajando durante tres días en canoas y a remos, hasta Barrancas del Orinoco, en Monagas.
“Si se presenta una emergencia, el paciente puede morir en el camino. Es forzado llegar a Barrancas a canalete”, dijo el cacique de La Tortuga.
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