Manuel Rojas, un pastor evangélico warao de la comunidad indígena Los Güires, en el municipio Tucupita, denunció junto a un grupo de personas a Ricardo Landaeta, un comerciante establecido en esa localidad, por presuntamente pagar a funcionarios militares para que detengan y golpeen a los aborígenes que rechazan sus prácticas, consideradas como ilegales por los afectados.
Según Rojas y el grupo de indígenas, el señor Landaeta ha estado adquiriendo terreno de la forma más deshonesta, valiéndose de su posición para pagar cada espacio de tierra con pequeños combos de comida, entregados a varias familias que no cuentan con los recursos para sobrevivir.
«Él (Landaeta) se está aprovechando de la necesidad de los indígenas para ir ganando más terreno. Nosotros rechazamos eso. Nos estamos quedando sin terreno», lamentó Manuel Rojas. Los waraos que denuncian han advertido que este comerciante ha estado pagándole a los funcionarios militares para que atemoricen a las personas que se resisten a su hegemonía, en territorio indígena.
En Los Güires está un puesto militar de la Guardia Nacional, una situación que el señor Landaeta habría estado aprovechando para presuntamente atacar a los indígenas que rechazan sus acciones ilegales. De acuerdo con Manuel Rojas, este comerciante le paga a los funcionarios para que detenga injustamente a personas que estén en su contra. «Él le paga a los Guardias para que detenga y golpee a los que él quiera».
Además han visto su injusta propuesta de pretender intercambiar pescados por poca comida. Esta y otras acciones han ido recrudeciéndose en la comunidad indígena, donde todo apunta a no existir ningún organismo independiente del Estado que inicie las investigaciones.
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