Ramón Elías Montero Urrieta, apodado “Cachi”, dio un brutal semigiro de 180 grados en el ecuador de la vida, en apenas 18 meses pasó de ser una figura pública de renombre en la oposición, a convertirse en un estafador de primera, con especial predilección por los adultos mayores.
Un viejo vicio hizo su aparición y al activista político le sucedió el adicto a sustancias prohibidas, capaz de hacer cualquier cosa para procurárselas.
En noviembre de 2021, en apoyo a Doris Martínez, exalcaldesa de Pedernales y aspirante nuevamente a primera autoridad municipal, fue aprehendido por funcionarios de Polidelta, mientras protestaba en pleno proceso electoral, en defensa de los votos de su candidata.
Hay quienes juran y perjuran, que si a “Cachi” no lo hubieran trasladado rápidamente hasta Tucupita, liberándolo al culminar los sufragios, la coalición opositora habría triunfado.
Tanto fervor obedecía, según las maledicencias pueblerinas, a la presunta relación sentimental que sostenía con la abanderada de YIVI, organización política estadal fundada por quien llevara ese apodo, gobernando entre 2004 y 2013, en dos ocasiones el municipio.
El desaparecido Sergio Ramírez “Yivi”, delegó el mando en una segunda oportunidad en su conyugue Doris, quien se despidió del cargo al no contar con el apoyo popular para un tercer periodo.
Por cierto, “Cachi” coordinaba ese 2021 el partido COMPA en el estado Delta Amacuro y era el enlace con las fuerzas que apostaban por el triunfo de Martínez. Siempre con una carpeta bajo el brazo, recorriendo las calles de la capital deltana, juraba derrotar al chavismo y cerca estuvo.
Desaparecido el fervor electoral, volvió a las andanzas de siempre. Uno que otro trabajo y la ocupación principal, los paquetes chilenos a quien se le atravesara en el camino, para mitigar la ansiedad de intoxicar su cuerpo.
Menos de dos años después, el pasado sábado 20 de mayo, volvió a ser noticia, esta vez por su habilidad de convencer a las personas, ya no a votar, ahora a entregarle dinero a cambio de la oferta engañosa de alimentos, cauchos, repuestos, baterías, etc., a precios imposibles de rechazar.
Este viernes 26 de mayo parece habérsele acabado la suerte, una batida de Politucupita en el mercado municipal, arrojó como resultado la aprehensión del enemigo público N° 2 de los adultos mayores, únicamente por detrás del N° 1, el popular “tarjetero”, actualmente recluido en el Reten de Guasina, donde quizás le haga compañía.
A “Cachi” le atribuyen más de 50 delitos de estafa en tiempos recientes, la mayor parte de ellos, sin las denuncias correspondientes. Habría que ver si las personas acuden al cuerpo de seguridad, a reafirmar sus acusaciones.
También habría acosado sexualmente a una mujer, que rechazó reiteradamente sus avances y a la que terminó, visiblemente molesto, hiriendo levemente con la punta de un lápiz en el cuello.
Este especialista en hacer dinero fácil, llevándose por delante a quien sea, sin importar si es adulto mayor, mujer o un niño, posiblemente se pierda las elecciones del 2024 y muchas más.
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