Una localidad de Trinidad y Tobago. Imagen de referencia, sin autoría especificada.

Daniel tiene una semana en Trinidad y sigue sin conseguir trabajo

Daniel Hernández, un ciudadano que migró el pasado martes 20 de agosto a Trinidad y Tobago desde Tucupita, Delta Amacuro, no ha logrado conseguir un trabajo fijo debido a la escasez de empleos en la vecina isla.

Hernández lleva una semana en Freeport, Trinidad, pero no ha logrado encontrar un empleo estable para ayudar a su familia en Venezuela. Apenas se ha sostenido con lo que le pagan en un comercio asiático, donde asegura que su salario es insuficiente.

El joven de 24 años de edad asegura que ha recorrido la zona de Freeport en busca de empleo en albañilería y agricultura, pero tanto los trinitarios como los venezolanos que trabajan en construcciones le han manifestado que los trabajos están escasos.

“Llevo una semana en Trinidad y no he conseguido trabajo. La cosa está dura aquí con los trabajos”, declaró el joven.

El deltano desembolsó unos 200 dólares americanos para migrar ilegalmente a Trinidad y Tobago, y ahora enfrenta dificultades para conseguir trabajo. En el local asiático donde trabaja, apenas le pagan 10 dólares al día, una cantidad que solo le alcanza para alimentarse. El incremento de los servicios como agua y luz, entre otros, está subiendo y pone en aprietos a los venezolanos en Trinidad.

Así como Daniel, otros cuatro nuevos migrantes deltanos que recién llegaron a Trinidad y Tobago no han podido encontrar empleos debido a la escasez de oportunidades laborales.

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