El Ing. Rafael Pacheco, director de Hidrodelta, había prometido restituir el servicio de agua en el centro de Tucupita en unas 48 horas, lográndolo en 12.
La obra se realizó en la intersección de las calles Dalla Costa y La Paz, con recursos propios y material de calidad, sin escatimar en la aplicación del concreto requerido para garantizar un buen soporte al piso de la calle.
La Dra. Lizeta Hernández ordenó dar celeridad a su ejecución, en vista de las grietas abiertas en plena vialidad y el derroche constante del vital líquido.
Cabe destacar la presencia permanente del Ing. Pacheco, quien hizo suyo el refrán “el ojo del amo engorda el ganado”, sin despegarse del lugar.
La reparación de la tubería matriz fue hecha según los entandares de calidad vigentes, con componentes de primera, sin derrochar recursos, en función del tipo de acciones que el colectivo espera de los entes encargados de la infraestructura, en semejanza a la vieja Obras Publicas Territoriales, que sin esperar por contratos reparaba con rapidez esos entuertos.
¡Cuando se quiere se puede!
