Inauguración de institutos educativos, cuestionamientos por carretera deteriorada, hasta una nueva historia de amor ha dejado el paso del presidente de Venezuela por Delta Amacuro el pasado martes 28 de mayo.
Orángel es un joven de 23 años de edad y ha compartido parte de lo que considera es su historia de amor. Él vive en San Rafael y conoció al amor de su vida en el contexto del presidente Nicolás Maduro en Tucupita.
Eran las 4 de la tarde cuando cientos de personas pasaban hacia la Av. Norte Sur de San Rafael, la zona por donde pasaría el mandatario nacional.
Media hora después Amanda tocaría la puerta de su casa para iniciar el primer encuentro de amor.
Ese día no hubo clases en la Universidad Territorial Deltaica (UTD) porque todo el personal fue convocado a recibir al presidente, por eso Orángel “estaba relajado” en casa.
“Buenas, bueeeenas”, gritaba una chica en la puerta principal de su casa. Cuando él la atendió ella pidió agua.
“Le di agua, pero de una cuando la vi me gustó. Es linda la chama”, relató el joven.
Para romper el hielo, Orángel la invitó a pasar y sentarse “para que descansara”, porque ella había estado por horas esperando a Maduro, sin hidratarse.
La conversación se extendió por media hora y ella le pidió a él que la acompañara a la concentración oficial. Ya Orángel estaba atrapado y no pudo decir que no.
Caminaron varios metros y el carro militar donde iba el presidente Maduro ya recorría la carretera que bordea al caño Manamo. Iba lento, no tanto por la gente, sino por los huecos en la vía.
Ella gritaba y Orángel solo la miraba. Para él, Maduro pasó a un segundo plano. “Creo que conocí al amor de mi vida cuando llegó Maduro”, culminó riendo.