Prof. MSc. José Daniel Fuentes
Las constantes fallas en las telecomunicaciones e internet afectan nuestra vida social y nuestra vida económica (poca por cierto), ya que éstas se basan principalmente en transacciones bancarias en línea, pago con puntos y por biopago, causando grandes pérdidas a los comerciantes y a nosotros un estrés más con el cual lidiar.
Ya se ha vuelto muy común “cortaron la fibra óptica otra vez”, tanto así que 26 artículos sobre este problema sólo en Tanetanae.com, lo prueban.
En función de esto y atendiendo justamente otro artículo de Tanenae.com, denominado: Cómo evitar los cortes de fibra óptica para que Tucupita no se siga desconectando, hizo hacerme las siguientes preguntas:
¿Por qué pasa tanto esto y desde cuándo?
¿Por qué antes no se veía este problema y qué lo originó?
¿Por qué nunca hay ningún detenido?
¿Dónde se podrían vender rollos de fibra óptica tan fácil, siendo un material tan delicado y especializado?
Partiendo de estas interrogantes que muchos nos hacemos, el autor se dispuso a realizar una pequeña investigación que de alguna manera arrojarían luces sobre este tema tan en boga y con tanto poder de afectación.
Siendo así, inicia una búsqueda en la base de datos de esta página (una herramienta única) y puede indicar que existen 26 artículos que tratan, analizan, denuncian problemas, cortes y fallas en la red de fibra óptica, siendo el primer artículo reportado por esta página el de fecha 10 de octubre de 2018: Corte de fibra afectó usuarios de Movistar en Delta Amacuro, (aquí comenzó el desastre, como dijera Reynaldo Armas) y siendo la última reportada el 14 d enero del 2022, viéndose incremento de manera constante.
Si bien es cierto que existen reportes de cortes de fibras ópticas en el 2017, éstas, indican algunos especialistas que eran cortes producidos por vándalos creyendo que eran cables de cobre y una vez hecho el corte desistían de la idea de llevárselos por no tener valor alguno para ellos, sin embargo, algo pasó que los motivó ahora a realizar el corte y a llevarse metros y metros de fibras ópticas.
En este contexto se resalta un hecho que ocurrió en el 2018, no fue otro que el Decreto Nº 3.586 de fecha 21 de agosto de 2018, mediante el cual, el Presidente Nicolás Maduro, a través del mismo:
Reserva al Ejecutivo Nacional la compra de residuos sólidos de aluminio, cobre, hierro, bronce, acero, níquel u otro tipo de metal o chatarra ferrosa en cualquier condición; así como de residuos sólidos no metálicos, FIBRA ÓPTICA, y fibra secundaria producto del reciclaje del papel y cartón, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 41.464 de esa misma fecha.
Cuestión ésta que exacerbo la compra de chatarras (y no chatarras) por parte de compañías subcontradas por el Ejecutivo Nacional (digno de otro artículo), entre ellas abre un mercado posible para la fibra óptica como lo indica el decreto. Para el autor, sin ser un experto en el tema, esto tiene una correlación directa al inicio desbocado de los robos de fibras, es por esto que se presume qué éste fue un factor principal al GÉNESIS de este mal.
Ahora bien, en honor a la verdad mucho antes del decreto del 2018 existieron actos vandálicos contra la fibra óptica por creer que era de cobre y aún más, según los técnicos especialistas, éste negocio mal habido no era posible, ya que al cortar la fibra, ésta perdía su valor y no se podía utilizar, pero ocurrieron dos eventos que abrieron posibles mercados para esta actividad delincuencial y que lo hicieron muy lucrativo.
El primer evento fue la aparición de una tecnología denominada “fusionadoras” que permiten hacer empalmes perfectos en 15 minutos y luego el cable es recubierto con una capa protectora y queda listo para conectarse y usarse. “Las fusionadoras se alquilan” y eso se presta para que puedan reparar las fibras robadas. En Venezuela la estatal CANTV tiene o tenía algunas máquinas “fusionadoras”.
La llegada de esta tecnología hizo posible la venta de estos cables a lo interno, ya que hizo posible el aprovechamiento de este material de procedencia ilícita a toda empresa que quisiera entrar en ese negocio para su beneficio.
A este respecto William Peña, en su artículo “Venezuela: Robo de cables asfixia las telecomunicación”, indica:
Fuentes consultadas comentaron que las autoridades deberían inspeccionar a los propios organismos del Estado, incluyendo a los que están con proyectos de Fibra óptica, así como a Universidades nuevas que requieren conexión, además de institutos del Estado y hasta el propio Pdvsa, Seniat, entre otros, pues por la crisis, muchos de los proyectos de conexión de fibra se quedaron rezagados y, es probable, que se estén usando esos cables para conectar a algunos entes del propio Estado. Pero no sólo eso, pues el Gobierno, que lanzó un número de teléfono para denunciar los robos de cable (0-800Antena), también debería inspeccionar las redes de fibra de los pequeños operadores de TV por cable en los estados del país (hay más de 130), pues ellos podrían ser los principales compradores del cableado que impacta los servicios de telecomunicaciones en Venezuela.
El segundo evento, fue la comercialización de este material hacia los países vecinos, como Brasil y Colombia, quienes llegaron a pagar en el 2019, 20$ por kilogramo de fibra, así mismo otra posibilidad que se abrió fue trasladar éste cargamento ilícito, hacia el puerto de Guanta, donde pudiera ser mucho más lucrativo, con colaboración o complicidad de alguna autoridad, permitirían venderlo directamente para ser sacado como chatarra a algunos de los países donde llega la “Chatarra” venezolana, como son México, Portugal, Irán, Turquía, China entre otros. Siendo un material de grado industrial y especializado, pudieran obtener un precio superior que venderlo a lo interno; en cuanto a la parte legal de esta transacción sería muy posible ya que el Decreto así lo permite.
Hay un dato muy importante que las autoridades deben tener en cuenta, y es que los cables de fibra en su gran mayoría tiene o deberían de tener impreso el nombre de la empresa que es dueña, ya que cuando se hace el pedido se coloca, dato éste que posibilitaría saber si el usuario, operador o institución a quien se le encuentre, estaría o no cometiendo un delito que es penado por las leyes venezolanas.
Como se dijo en una publicación anterior: “cuando agarren a cuatro o cinco personas involucradas en eso y los metan presos, ya verán que eso se mejorará”. Gilmar Velásquez.
Aunque para muchos, esto no pasa por simples ladrones de cables y pudiera ser mucho más complejo, le tocará a los cuerpos de seguridad saldar esa deuda con todos nosotros al detener a los culpables y procurar justicia.
En sí, éste problema es muy complejo por las diferentes aristas que se manejan sobre el contexto de nuestra situación país. Lo que sí queda claro e innegable, es que desde el Decreto Nº 3.586 de fecha 21 de agosto de 2018, estos episodios delictivos a nivel nacional aumentaron de un 50% a 150% de ocurrencias y recurrencias (le consiguieron la vuelta al negocio)
Cómo dice Willian Peña en su artículo citado: “habla y chatea mientras puedas”, porque no se sabe cuándo el colapso llegará y los servicios sencillamente funcionarán menos que hoy día.
La infraestructura para los servicios de telecomunicaciones está en estado crítico y sólo nos toca esperar que las autoridades actúen y puedan frenar esta ola de robos, que tanto afectan a nuestra sociedad ya golpeada.
Estimados lectores saquen ustedes sus conclusiones.