Pompilio Monroy Perales
1: A orillas del Manamo subsiste una ciudad atávica y pacífica, demasiado pacífica. Recuerdos del otrora engalanada y festiva cual novia alborozada desde el amanecer hasta la madrugada. Campanas repicando, feligreses orando de todas las creencias. Desfiles numerosos de estudiantes alegres primorosos. Límpidas calles con fachadas pintadas. Comidas abundantes y bebidas en todos los hogares que el vecino obsequiaba a sus iguales. Todo se compartía con alegría en el aniversario de este día. Había seguridad sin ninguna porfía. La retreta nocturna paseaba con los novios de manos agarradas sin que nada pasara. Redonda como una taza iba conmigo a la plaza.
2: Ahora, mi ciudad, la cumpleañera, ha perdido su esplendor mental y emocional; ya no luce sus bellos atavíos que decoraban como bora en el río. Reina la obscuridad, manda la delincuencia armada, desalmada y conectada, impera la impunidad. Ya no hay festividades en ningunas edades, no existe la alegría como en aquellos días. Famélicos adultos, viejos entristecidos de miradas perdidas, jóvenes emigrados buscando mejor vida, indios hambrientos manipulados como los campesinos por bandas de asesinos. La abundancia que había se fue por otras vías. Los luceros del alba alumbran el camino de los anochecidos que sueñan bien despiertos por mejores momentos.
3: Mi ciudad anestesiada resiste y permanece anonadada entre el ser y la nada. Pronto despertará volcánica. En su interior subyace una bulla que pugna por brotar como botón de rosa, indetenible. Cuando lo haga, ni anestesia ni pátina ni cadenas resistirán su fuerza libertaria. El yugo opresor será lanzado a mejor vida, sin que valgan zoologismos de la gran farsa. En este su aniversario ciento setenta y tres, le deseo a Tucupita, honrosa, mejor prez por una acción gloriosa.
31 de Julio de 2021
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta