Luego de recientes hechos en los que presuntamente varias cajeras de comercios en Tucupita habrían maltratado a varios usuarios y se hicieran públicos, este medio de comunicación hizo seguimiento.
Un joven que dijo llamarse Juan Soto, afirmó que el trato de las cajeras hacia los clientes es y seguirá siendo igual, ya que, a su juicio, la mayoría de ellas son jóvenes y se encuentran en una etapa en la que “no se les puede decir o preguntar nada”, porque responderían inmediatamente alteradas.
Soto sugirió que, para prevenir este tipo de situaciones, sería recomendable contratar a personas más maduras, es decir, de unos 35 a 38 años de edad, que ya sepan cómo tratar a las personas, especialmente a las de la tercera edad, quienes pueden ser complicadas de atender.
Por otro lado, Diana Pérez, añadió que las personas que trabajan en el comercio, independientemente del producto que vendan, deben ser claras desde el inicio. Pérez enfatizó que las cajeras tienen que ser pacientes y en lo posible, entender las situaciones múltiples de los usuarios. «Si no son capaces de resistir a los clientes, deberían retirarse del trabajo antes de que ocurra algún incidente»
Además, Pérez destacó que los jefes de los negocios deben tener en cuenta ciertos aspectos al contratar cajeras: deben ser personas humildes, sinceras, de buenos modales y honestas, sin dejarse llevar por la apariencia física. «No todas somos capaces de ser cajeras porque todas tenemos un carácter diferente; unas aguantamos lo que nos dicen los clientes y otras nos molestamos si nos preguntan dos veces lo mismo”, afirmó Pérez.