El asesinato del comerciante chino Alex Wu reafirmó que Tucupita no es segura para nadie, pero sobre todo para los empresarios.
Mientras aún investigaban los hechos por el asesinato de Alex Wu, Inés Figueroa, vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Tucupita, instó a los organismos de seguridad no solo a vigilar todos los sectores de la localidad, sino ampliar sus horarios y establecer estrategias más acertadas para evitar ataques delictivos.
Los comerciantes de Tucupita han iniciado desde el pasado fin de semana a reforzar sus protocolos de seguridad, que incorpora modos de transacciones e incorporación de cámaras de seguridad ocultas, más vigilancia privada.
Un empresario que posee un local comercial en la calle Bolívar de Tucupita informó que, una vez que asesinaron a Alex Wu, han recordado que la localidad es insegura y por lo tanto han activado los protocolos de seguridad.
“Estos protocolos no solo es poner rejas, sino cambiar de modos de cómo hacemos las cosas, claro, esto también incluye la importancia de más cámaras estratégicas”, destacó.
La seguridad cuesta en un país en crisis
En un país donde la inflación sigue acechando los bolsillos de todos, la seguridad cuesta más. Pero para el comerciante abordado es un sacrificio necesario ante la inseguridad. Hacer una inversión en rejas, portones, cámaras y personal de seguridad, le ha supuesto un desembolso de 700 dólares “por lo más barato y hablando con amigos”.
El gasto aumenta porque ahora deberá pagar un nuevo sistema en línea de cámaras y pago mensual de vigilantes.
“Debo hacerlo sobre todo por mi vida, la de mi familia y los empleados”, finalizó.
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