Le bastó cinco meses para consolidar una base sobre roca firme, una que logró a raíz del esfuerzo dado y el esmero por ver a los suyos bajo la comodidad de tenerla a ella como su jefa, aunque eso implicara tener a quienes más quiere lejos de ella.
Sin ser una deltana, amó vivir este poco tiempo en esta tierra de los paisajes más bellos de Venezuela, de gente humilde que te hace sentir como en casa, que te adopta sin nada a cambio, que te abriga cuando no tienes a nadie más.
Ella, asumió un duro reto. Dedicó su rol para embellecer su área de trabajo y de su equipo. Aconsejó cuando se debía, brindó oportunidades a quienes en algún momento decidieron tirar la toalla, todo eso comprendió, como aquella mamá que espera en la puerta a su hijo.
La comandante Navarro recuerda a sus hermanos waraos por la recepción en varios trabajos en sectores indígenas, dice que los llevará en su corazón. Agradece las veces que la apoyaron.
Estableció lasos en el comando, sencillamente, lo que toda una buena líder haría. Agradece a la ministra Yelitza Santaella, la alcaldesa Loa Tamaronis y la gobernadora Dra. Lizeta Hernández. También, da gracias a algunas empresas privadas que en el algún momento le brindaron el apoyo.
De regresar al Delta, no lo sabe, pero, no descarta esa opción. Su paso por la dirección de la PNB la hizo más fuerte y está sujeta a los designios del Señor. Así es ella, así es Ángela Navarro.
Ahora le desea mucha suerte y muchas bendiciones al nuevo Com/J Juan Luis Tiendo, su sucesor.
Vea el vídeo que le dedicaron sus compañeros
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