Un grupo de jugadores publicó el 9 de marzo un pedido de ayuda por un balón para continuar con sus actividades deportivas en la playa de Riverside, en Tucupita.
La solicitud pública tuvo apenas algunas respuestas y manifestaciones de buenas intenciones de parte de algunas personas que no pudieron materializar la donación del balón.
El viernes 25 de marzo finalmente el mismo grupo que realizó el pedido público, mostró un balón que fue donado por Jesús Hidalgo y el club profesional Delta te Quiero FC.
Anteriormente, este mismo grupo de jóvenes mostró un balón que, según ellos, fue «remendado» hasta en tres ocasiones. Para la última reparación debieron usar un pedazo de tela porque el recubrimiento «ya no daba para más», según Alexis Hernández, quién cosía el viejo balón.
Los jugadores han adquirido su propio balón hasta en tres oportunidades, pero la crisis económica impidió comprar el último balón, por lo cual optaron por pedir ayuda en las redes sociales.
Los deportistas relataron a Tane tanae que, ante la falta de zapatos entre casi todos los jugadores, decidieron jugar el fútbol playa desde octubre de 2021 por ser una disciplina que no amerita tener calzados.
Anteriormente jugaban futsal o fútbol, y conforme fueron quedándose sin zapatos, se sumaron al fútbol playa como alternativa.
Estas personas son las primeras en practicar el fútbol playa de forma más continua, aunque amateur.
Para la mayoría de estos jugadores el fútbol playa es una disciplina muy incipiente, pero que a mediano plazo pudiera aportar buenos jugadores para las competencias nacionales.
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