El trágicamente desaparecido Diogmar Antonio González, alias “perrote”, pasará a la historia como el fugado número XV del Centro de Reclusión y Resguardo Policial Guasina, el pasado 27 de enero

González de 25 años de edad, fue abatido este viernes sobre las 6 am en el sector “El Hueco” de Barrio la Guardia, por las Faes, poniendo fin a un largo historial delictivo.

En su prontuario se registran homicidios, atracos, robos, hurtos y violaciones, entre otras transgresiones, ingresando recurrentemente a la cárcel de donde salía para volver a delinquir.

Con su desaparición física se reveló una verdad oculta, la discrepancia numérica entre los registros informales (15) y los oficiales (14) de la lista de prófugos, se debió -en apariencia- a su persona.

“Perrote” se evadió sin evadirse; aunque pasaba largas temporadas en el reclusorio tucupitense, en el lapso de tiempo que duró el dominio del “Tren del Delta”, desde la defunción de alias «el búho” hasta la fuga masiva, nunca estuvo formalmente detenido, estaba de “parranda”.

Es así como, cuando se “piraron”, no regresó, ni regresará… Con su muerte se sella una realidad que ojalá no vuelva a repetirse en un lugar diseñado para imponer correctivos y encaminar vidas, y no una guarida de cómplices que salían de comisión a cometer fechorías para regresar con la “presa” y el botín a su refugio.

Con el nuevo retén, en función del vuelco que le están dando las autoridades, se espera que sea un capítulo cerrado para siempre.