Una llamada de emergencia salvó la vida a Eduardo Rafael Urbaneja Calzadilla de 21 años.
Acusado por la comunidad en juicio sumarial de ser el perpetrador de los hurtos cometidos en La Lagunita de los pobres –en la Gran Caracas está ubicada la de los ricos-, decidieron lincharlo. De no haber sonado el celular del Primer Comisario (CPEDA) Pablo Marcano, comandante del CUPAZ Casacoima, no lo estaría contando.
Ese providencial repique telefónico le trajo de nuevo el aliento al cuerpo, ya que fue rescatado in extremis, casi listo, de manos de los vecinos.

Tan honrados fueron los enardecidos habitantes del sector, que entregaron al Comisario Pablo la escopeta con que el bribón acostumbra delinquir y el televisor CYBERLUX, que acababa de robar.
El funcionario, sin pérdida de tiempo llamó al sagaz Com/J. Jackson London en Tucupita, diciéndole en clave, que el paquete estaba listo para enviárselo, trasladando al resucitado sin dilacion de tiempo hasta la capital deltana.
Eduardo le debe un gran favor a Pablo –el deltano, no el Profeta-, quien fue su salvador. En contacto telefónico con el redactor, el Pablo de la parroquia Virgen del Valle dijo: “con que se porte bien es suficiente”.
El caso fue notificado a la Fiscalía II del Ministerio Publico.
