Oficialmente, nuestro querido “loco”, el ex olímpico deltano Atlanta 1996 y Río 2016, asumió las riendas de la selección de Lucha estilo Grecorromano de Brasil.
Con una vasta experiencia, reforzada por el hecho de pertenecer al continente americano y haber competido en numerosas ocasiones con “gringos” y cubanos, unos de los atletas de cabecera en el mundo del wrestling, lo convirtió por fuerza de circunstancias en uno de los mejores del mundo.
Es importante señalar, que aunque pequeña en comparación con otras del orbe, el Delta forjó su propia escuela y Antonio es hijo legítimo de ella.
Para comenzar, el primer día, a la primera hora, se valió de una cita bíblica: “Se muy valiente y no temas, fueron las palabras de Dios para Josué, asume el liderazgo y pasa este Pueblo al lugar donde prometí que los llevaría. Es un gran desafío, más que todo una oportunidad de caminar al lado de quien cree en ti”.
Apasionado del trabajo físico, Antonio les prometió, frases más, frases menos, una inmensa dosis de sacrificio, y sangre, sudor y lágrimas para alcanzar la meta.
No sabemos si le creyeron, lo cierto es que, los próximos 90 días, tiempo del primer contrato lo comprobarán y con el favor de Dios, refrendando las palabras del Creador a Josué, clasificarán a los Panamericanos, competencia a la que el ex olímpico prometió llevarlos.
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