«Ayakara», el respeto de los waraos hacia las personas con condiciones especiales

Por Amador Medina

El respeto por la vida es un legado ancestral

Los indígenas waraos han mantenido un respeto que lo consideran como sagrado hacia las personas con alguna condición especial, sobre todo si es un niño.

Al nacer una persona con alguna condición especial entre una comunidad warao, lo denominan «ayakara», que significa «el bueno» o «el mejor», así lo destaca la abuela Teófila López de la comunidad Araguabisi, en el municipio Antonio Díaz del estado Delta Amacuro.

De acuerdo con la señora López, desde el primer día en el que nace un niño con condiciones especiales, «dijana kokotuka tai kuare baría, yaorokitane». (Todos prestan su atención en él o ella para cuidarlo).

La alegría es la misma cuando nace un niño con condiciones especiales: sus padres preparan un espacio en casa, apartado de ruidos, donde la mamá lo atenderá durante toda la lactancia. Llegada su niñez, jugará entre los demás niños, quienes, por educación de sus padres, lo tratan con delicadeza, así lo asegura la señora Teófila López, quien tiene en casa a una nieta con dificultad para el habla.

«En alguna oportunidad existió discriminación hacia estas personas, yo recuerdo que ocurrió en la comunidad España, pero esta comunidad aprendió la lección del respeto a la vida rápidamente», dijo la señora Teófila López en idioma warao.

Si bien la cultura warao es muy apegada al mundo espiritual, no existe tal arraigo contra las personas con condiciones especiales; es decir, no las vinculan con algún «jebu» maligno, explica la abuela.

«Un jebu maligno está presente en las enfermedades, no en estas personas, Dios las envío así», refiere la señora Teófila López.

«Ka Nobo nos puede castigar»

Entre la cultura warao, el «Ka Nobo» (nuestro abuelo), el Dios de la vida de este pueblo originario, dicta que todas las personas deben ser respetadas, así como se respeta a la madre naturaleza. De no cumplir sus consejos, sobre ellos caerán todos los jebus, que finalmente les quitará la vida.

«Recuerdo que en España (una comunidad warao) algunas personas se burlaron de una señora con condiciones especiales, yo la atendí bien aunque no era mi familia, le daba de comer. Cuando ella murió, seguidamente murieron los que la maltrataron», relató Teófila López.

 

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