Ambas cartas tienen reverso, siendo claramente identificable la cara de atrás.
Los dos contendores poseen esquina, resultando que las esquineras son mucho más populares y conocidas que los propios pugilistas, y en el deporte de la política, a menos que seas un boxeador deslumbrante, extraordinario, excepcional, gana el que tiene la mejor esquina.
Otra cosa es el Delta, donde el matero es tan pequeño, que la raíz de la planta sembrada hace mucho, asfixia cualquier otra que quiera abrirse paso, tema que tocaremos mas adelante.

Las parasitarias viven, se esparcen por donde quiera, pero las mentoras de Francisco y Asnardo, no lo son. No viven de adherirse y estrangular a la rival, representan la opción opuesta, van como CAP, de frente, dando la cara.
Ninguno de los antagonistas quería protagonismo, tocándole por re o por fa asumirlo.
Luego de su triunfal batalla contra “Chugaby”, con su second (segunda, esquinera) empujándolo, le tocó salir al ruedo versus un joven parecido, de bajo perfil, bohemio si se quiere, instado a encarnar su herencia.
Para ello asumió la jefatura del enlace entre el Gran Polo Patriótico nacional y estadal, mientras que su par en edad y quizá en altura y peso, impulsa gran parte de la juventud del JPSUV y un bloque importante del buró partidista en el Delta.
Desempeñando los roles que les corresponden, este par de muchachos amables y amigables gestionan de forma distinta sus destinos políticos, uno más institucional y ejecutivo, otro más de contacto directo, de calle, de “panadería” con la gente.
Por ahora, hacen el gasto al frente del pelotón de ciclistas, más adelante, en el tramo final, puede que sea otra, mejor dicho será otra -una esquinera- quien se cuelgue el laurel al cuello.
Vamos a encontrarnos en Telegram https://t.me/Tanetanaedelta