Ángela Testa, una catirita que jugaba espectacular

Opinión de José Cedeño

En estos días quien suscribe ha tenido la oportunidad de interactuar con muchas personas del amplio mundo del fútbol de salón y de otros deportes; de las competencias regionales, locales, y de cómo se conformaban las distintas selecciones para representar a los estados en los campeonatos nacionales de determinados deportes. Todo el esfuerzo que se realiza, el talento que se descubre, y en algunas oportunidades no está la vitrina dónde exhibir lo que se ha seleccionado. Pero, aun así, se mantiene el talento de determinados deportistas, ya que lo que aspira es sentirse feliz con el solo hecho de desempeñarse como atleta en los escenarios donde se expone el talento.

Lo antes expresado es parecido a lo vivido por Ángela Teresa Testa Cortés, una catirita que jugaba espectacular, vivió en el bloque uno de la urbanización Doña Bárbara, en ciudad Guayana. El desempeño de sus habilidades era impresionante; fueron tiempos de fútbol de salón femenino, sólo que, en su categoría, que era infantil “A”, no se conformaban equipos, pero aún con menos edad formó parte de la selección de fútbol de salón juvenil del estado Bolívar. La década de los años 90 del pasado siglo permitió disfrutar un buen fútbol de salón, que hizo Ángela Testa, quien no mediaba a la hora de enfrentar a los contrincantes, ya que, a falta de equipos femeninos, jugaba contra los de las categorías masculinas. Era usual en ella reclamar espacio para jugar las caimaneras en la cancha múltiple de su querida Doña Bárbara, donde tenía su quinteto de las caimaneras.

Ángela, fue jugadora de fino drible, y de potente chutar para marcar goles. Eso la hizo muy llamativa a la hora de jugar, tanto así, que algunas personas en los momentos de su desempeño se deleitaban con su forma de hacer el fútbol de salón, y los comentarios positivos no dejaban de hacerse, no solo por la forma de jugar, sino también de lo hermosa como mujer. Ángela, no solo jugó para su gente de Doña Bárbara, ella también jugó con el equipo del momento de aquellos tiempos, como lo fue el Deportivo 17, también disfrutó de jugar otros deportes bien conocidos. En el quinteto del Deportivo 17, se dio vida jugando al futsal, ya que, en ese equipo lo fundamental era jugar, hacer lo que a las chicas le gustaba y eso lo disfrutó Ángela Testa en su oportunidad con el equipo juvenil de la vía El Pao.

Una chica que aprovechó el deporte para hacerle ver a la gente de que los valores son fundamentales, esa es Ángela, quien no se amilanaba por nada ni por nadie cuando enfrentaba a los equipos contrarios, pero desde el punto de vista deportivo siempre sentía respeto por las jugadoras y los jugadores de los otros equipos. Es orgullo de los vecinos, y vecinas de la Urbanización Doña Bárbara, aplicada, disciplinada, y sobremanera respetuosa con la gente. Quienes disfrutaron de su excelente forma de jugar, se lamentan de que no hubo la oportunidad de que ella demostrara su talento en escenarios de alta competencia de los deportes en los cuales Ángela Teresa Testa Cortés se apasionaba. Situación que a ella nunca le amilanó en su desempeño, ya que ella lo que quería era jugar y eso lo logró.

Amigas y amigos que hacen la posibilidad de apoyar, que cada semana estemos presente por estos espacios, es necesario apoyar a las y los atletas como Ángela, quien estuvo mucho más pendiente de ser feliz con el balón cuando lo hizo, que buscar otros caminos inciertos. Será hasta una nueva oportunidad, para los contactos lo pueden hacer por Facebook / José E Cedeño Gonzalez (El Hijo mayor de Otilia Gonzalez), por Instagram @Joseceden.

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