Alias “Camilo” juró vengarse de Picho y se fugó a plomo limpio de El Dorado

En la mañana de sol resplandeciente del lunes 17 de junio del 2013, los miembros de ARTEPDA, asociación de radio, televisión y prensa del estado Delta Amacuro, conversaban en la residencia tucupitense de gobernadores con la Dra. Lizeta Hernández, rectora del Ejecutivo estadal.

El Dr. Simplicio Hernández había sido liberado el 28 de octubre del año anterior, los secuestradores capturados y sentenciados a las penas máximas a fines de febrero y la capital deltana recobrado en forma paulatina la calma, olvidando las vicisitudes de un secuestro que estremeció al país.

Era uno de los tantos encuentros amigables, que acostumbra organizar la mandataria dos o tres veces de enero a diciembre, solicitando el respaldo de la prensa. El presidente Maduro había sido electo por vez primera el 14 de abril con un 50,61 % de los votos y persistían los reclamos de la oposición ante unos resultados tan cerrados.

Son diálogos distendidos de paz y concordia en los que la “turca”, como también se le llama a la doctora, en virtud de su linaje materno, se muestra prodiga en afectos y esgrime su mejor sonrisa. Como persona perspicaz, ausente el comandante Chávez, quien fuera sembrado el 5 de marzo luego de 13 años continuos en el poder, pretendía la contribución de los medios a serenar la población

Sobre las 10:00 am se produjo una llamada telefónica, que generó una intensa alegría en Lizeta, respondiendo de inmediato a su interlocutora: “Hola Iris, ¿cómo estás?, ¿qué gusto saber de ti?”, parándose de inmediato de la mesa de reuniones para acudir a un despacho cercano. A los pocos minutos supimos que quien la contactaba era Iris Varela, la flamante ministra del Poder Popular para el Servicio Penitenciario.

Al retornar al salón su faz había cambiado, tornándose tensa, desabrida y pálida. “El secuestrador de mi papá se fugó ayer -domingo- de la cárcel de El Dorado, asesinaron tres guardias y viene camino a Tucupita una comisión de funcionarios de seguridad con la misión de ofrecernos protección, queda levantada la reunión hasta nuevo aviso”.

Picho debía resguardarse de nuevo y la casa familiar tendría a partir de ese momento custodia permanente, alias “Camilo” había jurado vengarse.

Seis reos se fungaron de la carcel de El Dorado asesinando a tres GNB

La fuga

Según el parte oficial fueron seis los sujetos fugados. Todos de extrema peligrosidad. Aprovechando una celebración festiva con motivo del día del padre, lograron despojar a los militares del Destacamento de Fronteras 85 de la GNB, a cargo de la vigilancia del penal, de las ametralladoras AK-103 reglamentarias, asesinando a tres de ellos en el acto para escapar a través de la selva.

Los profugos se blindaron con ametralladoras AK-103

Otra versión indica que pagaron para evadirse por el portón principal  y el intercambio de disparos se produjo después, al perseguirlos, sin llegar a confirmar la especie.

Con Mario Liber Cardozo Sanguino, alias “Camilo” de 38 años, huyó Luis Roberto Acosta, alias “Chipilo” de 36, un miembro de las Fuerza Armadas Bolivarianas de Liberación Nacional (FALN), con base de operaciones en el estado Apure, en la frontera con Colombia, quien se encargó de la custodia de Picho durante el mes de cautiverio, en un recóndito islote del bajo Delta.

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Curiosamente “Chipilo”, representó el hilo conductor mediante el cual se llegó a la captura de los participantes en la trama de la acción delictiva.

Acosta dejó parte de sus pertenencias en la casa de una tía, la sexagenaria Francisca López, en Ciudad Bolívar, cuando iba camino a Tucupita a ejecutar su misión y luego, al regresar, pasó recogiéndolas y despidiéndose de la familia.

A la postre, en un operativo policial realizado en un conocido centro comercial de Puerto Ordaz, la matrona fue aprehendida, representando el primer cabo que condujo a la detención uno por uno de la organización al entero.

Una transferencia bancaria a López, por parte del sobrino, puso a los cuerpos de seguridad sobre la pista y el secuestro, impecable y limpiamente planificado y ejecutado, comenzó a desbaratarse.

La venganza

El propio “Camilo”, fue detenido días después en una clínica caraqueña, en compañía de la docente tucupitense que fungía como su pareja oficial y a la que había llevado para el chequeo médico, con miras a practicarle, según reza en un apartado judicial, una operación con fines estéticos.

El M/G Nestor Reverol, Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia en 2013, anunció la detención de alias «Camilo»

El exparamilitar desmovilizado, cómplice de un grupo binacional abocado a la industria del secuestro, floreciente por aquel entonces en Venezuela, juró vengarse en cuanto tuviera oportunidad, disparando las alarmas.

Nueva cruzada para Picho

Al José Gregorio Hernández deltano, que ya había retomado su consulta en la clínica CEMETCA, reincorporándose también a la actividad como médico de cortesía en el hospital Dr. Luis Razetti y participando, obedeciendo a su gran pasión, en algunas intervenciones quirúrgicas en ambos centros médicos, le sobrevino un segundo encierro, esta vez hogareño, hasta tanto las autoridades atraparan al enemigo público N° 1, alias “Camilo”.

Sus tribulaciones no habían terminado.

Paramilitar desmovilizado secuestró a Picho

Con galletas de soda y leche de larga duración sobrevivió “Picho” al secuestro

 

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